El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, mostró su disposición hoy a fortalecer el poder militar de Argelia durante una reunión con el jefe del Estado Mayor argelino, general Said Chanegriha.
Shoigú resaltó el interés de Moscú en que Argelia tenga una posición de liderazgo y en aumentar la seguridad y estabilidad en el norte de África.
Además, recordó la declaración de asociación estratégica suscrita por ambos países, lo que ha permitido un desarrollo dinámico de sus relaciones bilaterales.
“Nosotros enviamos una clara señal a todo el mundo de que Rusia y Argelia están decididos a conducir una política exterior independiente y a defender sus intereses nacionales pese a la presión sin precedentes de Occidente“, señaló.
Por su parte, Chanegriha aseguró que Argelia está haciendo todo lo posible para reforzar su capacidad militar y contrarrestar las amenazas y peligros que enfrenta el país.
El general argelino denunció el "comportamiento destructivo" de las potencias occidentales y recordó el apoyo de la Unión Soviética a la revolución argelina en 1954, que llevó a la independencia del país en 1962.
Durante la cumbre Rusia-África de la semana pasada, el presidente ruso, Vladímir Putin, ofreció cooperar con los países del continente, especialmente en el Sahel, para fortalecer su seguridad y soberanía.
En esa reunión, las delegaciones africanas pudieron conocer los sistemas antiaéreos rusos y los últimos modelos de armas de la corporación Kaláshnikov.
En los últimos años, Rusia ha firmado contratos por un valor aproximado de 10.000 millones de dólares con países africanos desde la cumbre de 2019, aunque no ha llegado a alcanzar el nivel de cooperación que tenía con la antigua Unión Soviética.
Además, Yevgueni Prigozhin, jefe del Grupo de mercenarios Wagner, expresó su intención de volver al continente, como ya ocurrió en la República Centroafricana, donde sus hombres aseguraron la seguridad durante un referéndum constitucional el domingo pasado.
El Kremlin condenó el golpe militar en Níger y exigió el restablecimiento del orden constitucional, mientras que Prigozhin lo defendió abiertamente como un ejemplo del rechazo a la injerencia occidental en la región.