Tras las recientes lluvias torrenciales que han azotado el sureste de Noruega, un puente ferroviario que atravesaba un río se derrumbó este lunes, dejando a las autoridades en alerta y al país enfrentando desafíos en su infraestructura.
Según informó el organismo gubernamental BaneNOR, encargado de la red ferroviaria, la sección central del puente de vigas de acero que cruzaba el río Laagen no pudo resistir la crecida del río y colapsó debido a daños en sus cimientos centrales.
El puente, con una longitud de 172,5 metros y tres tramos, era una parte vital de la red de transporte de la región.
En una medida preventiva, todo el tráfico a través del puente se había detenido una semana antes debido al temor de que la estructura cediera ante la fuerza del agua acumulada. BaneNOR había comenzado una investigación sobre los daños en el puente el mismo día del colapso, pero lamentablemente, antes de que pudieran tomar medidas, la parte central se deslizó hacia el río, como declaró la agencia en un comunicado oficial.
Eivind Bjurstrøm, de Bane NOR, dijo que el derrumbe del puente “nunca supuso un peligro para la vida y la salud, lo cual me alegra mucho”.
Este consuelo surge en medio de la devastación causada por las intensas lluvias, que resultaron en la evacuación de miles de residentes en el sureste de Noruega. La región se vio afectada por el desbordamiento de los ríos, arrastrando árboles, escombros y basura en una mezcla turbulenta de aguas que usualmente son serenas.
La tormenta Hans, que recientemente afectó a Europa del Norte, causó estragos en el transporte y provocó inundaciones y cortes de energía en la región nórdica y báltica. Trágicamente, al menos tres personas perdieron la vida como resultado de la tormenta.
En un impactante despliegue de la furia de la naturaleza, incluso una presa de un río hidroeléctrico en el sureste de Noruega colapsó ante la presión del agua acumulada. Además, en Suecia, los estragos de las inundaciones arrastraron un terraplén ferroviario, causando el descarrilamiento de un tren.
La región se encuentra actualmente en proceso de evaluación de los daños y esfuerzos de recuperación, mientras las comunidades afectadas se unen para enfrentar los desafíos que ha traído consigo este evento climático extremo.