En medio de crecientes inquietudes sobre la seguridad global, la inteligencia de Estados Unidos ha intensificado su investigación sobre una posible colaboración entre el Gobierno ruso y Corea del Norte en el desarrollo de un nuevo modelo de misil balístico. Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, confirmó en una conferencia de prensa el viernes que las agencias de inteligencia están evaluando las pruebas relacionadas con esta cuestión.
La controversia surge después de que Corea del Norte presentara el misil modelo Hwasong-18 en un desfile militar en febrero pasado. Según un informe publicado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), existe la posibilidad de que este misil sea el resultado de una colaboración técnica entre Rusia y Corea del Norte. Aunque aún no se ha llegado a una conclusión definitiva, la comunidad de inteligencia de Estados Unidos está preocupada por la relación tecnológica y de seguridad entre ambos países.
“Estamos preocupados por la relación entre Rusia y Corea del Norte, incluida su relación tecnológica y de seguridad”, afirmó Sullivan. Sin embargo, se abstuvo de comentar sobre los detalles específicos del informe del CSIS.
El misil Hwasong-18 ha sido sometido a dos pruebas por parte de Corea del Norte, siendo el último lanzamiento el 12 de julio, que estableció un nuevo récord de tiempo de vuelo para un misil norcoreano. Esto ha aumentado la preocupación en la comunidad internacional y ha impulsado a la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, a tomar medidas.
En un esfuerzo por abordar estas preocupaciones, el presidente Biden se reunió el viernes con Yoon Suk-yeol, su homólogo surcoreano, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en la residencia de retiro de Camp David, Maryland. Durante la cumbre trilateral, los líderes discutieron planes para fortalecer su cooperación militar en respuesta al programa nuclear de Corea del Norte y las tensiones en aumento con China.
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La investigación en curso subraya la importancia de abordar cualquier posible amenaza a la seguridad global y garantizar una colaboración estrecha entre las naciones involucradas para mantener la estabilidad en la región.
