La situación en Haití se torna más sombría, según un reciente informe de la ONU.
El organismo reportó este jueves que 1.860 personas fueron reportadas muertas, heridas o secuestradas en Haití de abril a junio, un aumento del 14% en comparación con los primeros tres meses del año.
La mayor parte de esta violencia ha tenido lugar en la capital, Puerto Príncipe, y sus cercanías, donde pandillas rivales han dejado un saldo trágico. Un espeluznante total de casi 300 individuos perdieron la vida o resultaron heridos debido a disparos de francotiradores en el desfavorecido vecindario de Cité Soleil. Esto fue destacado en un informe de derechos humanos emitido por la Oficina Integrada de la ONU en Haití, conocida como BINUH.
El impactante informe vio la luz apenas un día después de que la Embajada de Estados Unidos en Haití exhortara a los ciudadanos estadounidenses a evacuar el país lo más pronto posible. Esto se debe a los actuales desafíos en términos de seguridad e infraestructura que enfrenta la nación caribeña.
La escalada de violencia ha cobrado la vida de diversas personas entre abril y junio, incluyendo a 13 agentes de policía y más de 460 miembros de pandillas, cuya mayoría ha enfrentado linchamientos. La ONU también señaló que tiroteos policiales han sido responsables de algunas muertes.
Una ola de violencia llamada "bwa kale" (bosque ardiente) ha sacudido la región desde abril, llevando a la muerte de al menos 230 supuestos pandilleros en una especie de levantamiento civil. Este movimiento busca hacer frente a lo que se considera una ola de delincuencia.
Aunque los secuestros disminuyeron un 24% en comparación con el trimestre anterior, aún 298 personas fueron secuestradas durante este período. Esta alarmante cifra pone de manifiesto la difícil situación que afronta la población. La región de Artibonite, al norte de Puerto Príncipe, ha experimentado un incremento en la violencia y los asesinatos de pandilleros, contribuyendo a esta cruda realidad.
Lamentablemente, las pandillas están recurriendo a tácticas aún más horribles para sembrar terror y castigar a quienes residen en zonas controladas por rivales. La violación y la mutilación se han convertido en armas de intimidación. En abril, en Cité Soleil, se reportaron 49 casos de violación, mientras que siete mujeres fueron asesinadas posteriormente.
Las pandillas también han sido responsables de saquear y prender fuego a casi un centenar de viviendas en este trimestre, así como de secuestrar 13 camiones comerciales que transportaban elementos esenciales como combustible y alimentos. El informe también destaca el secuestro de barcos comerciales y barcazas.
BINUH señala que la impunidad sigue siendo un problema arraigado en Haití. Pocas personas enfrentan consecuencias por los actos de violencia, lo que complica aún más la búsqueda de una solución a esta creciente crisis.