En una votación unánime, Jim Desmond, miembro de la Junta de Supervisores del Condado de San Diego, anunció hoy que la junta ha declarado oficialmente una "Crisis Humanitaria" en el distrito debido a la llegada de más de 7,800 migrantes desde el pasado 13 de septiembre de 2013.
La situación fronteriza ha alcanzado un punto crítico, y la junta está haciendo un llamado al Gobierno federal para que destine recursos y personal con el fin de evitar la liberación de migrantes en las calles locales. Además, el distrito se opone firmemente a los traslados de solicitantes de asilo desde otros estados y jurisdicciones.
Desde que las autoridades comenzaron a recopilar información de todas las personas que cruzan la frontera con México, los centros de procesamiento han estado liberando a migrantes en la zona una vez que se obtienen los datos requeridos.
El miembro de la junta, Jim Desmond, explicó que la falta de recursos suficientes del Gobierno federal para gestionar esta afluencia de migrantes solicitantes de asilo ha resultado en una crisis crítica. Esta situación ha ejercido una presión insostenible sobre los recursos locales, creando un desafío humanitario urgente.
“La situación ha empeorado rápidamente a medida que continúan las liberaciones callejeras diarias, sin una fecha de finalización a la vista. Estas liberaciones se producen con poca dirección y recursos mínimos, lo que deja a las comunidades locales lidiando con una situación cada vez más insostenible”, señaló Desmond.
El miembro de la junta también destacó que la carga de cuidar a los solicitantes de asilo se ha trasladado a los gobiernos locales, las organizaciones no gubernamentales y los miembros de la comunidad.
“Si bien somos una comunidad que valora la compasión y la empatía, también debemos reconocer los límites prácticos de nuestra capacidad, como gobierno local, para satisfacer las necesidades de quienes llegan a nuestra región”, aseveró.
Esta declaración de crisis humanitaria se produce después de que la ciudad de Eagle Pass, Texas, también se declarara en estado de emergencia el 21 de septiembre debido al abrumador flujo de migrantes que ha superado su capacidad de respuesta.