El gobierno de facto de los Talibanes en Afganistán ha dado a conocer un impactante aumento en el número de víctimas tras el devastador terremoto que sacudió el oeste del país.
Según el vocero del Ministerio de Gestión de Desastres de los talibanes, el mulá Janan Sayeq, se estima que más de 4,500 personas han perdido la vida o resultado heridas debido al sismo.
En una rueda de prensa en la provincia de Herat, Sayeq explicó que es difícil precisar el número exacto de muertos y heridos debido a la magnitud de la tragedia y a la continua actividad sísmica en la región.
Hasta el último balance, se habían registrado más de 2,400 muertos, pero este número sigue aumentando a medida que avanzan las labores de rescate.
La situación en la provincia de Herat se ha convertido en una "gran emergencia", con al menos una docena de poblados devastados por el terremoto del pasado sábado. Los rescatistas y voluntarios locales se han visto obligados a trabajar en condiciones extremadamente precarias, utilizando pequeñas linternas, palas e incluso sus propias manos para buscar sobrevivientes y recuperar cuerpos entre los escombros que ahora conforman montañas de tierra y escombros.
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Las autoridades talibanes han lanzado un llamado urgente a la comunidad internacional para obtener asistencia. A pesar de los pedidos de ayuda, el gobierno carece de la maquinaria y la tecnología necesarias para llevar a cabo las operaciones de rescate de manera efectiva, y el aislamiento de los talibanes ha dificultado el envío de ayuda externa.
Hasta el momento, Irán ha ofrecido enviar una veintena de equipos de rescate y dos perros rastreadores para apoyar las operaciones, mientras que otras naciones han enviado medicamentos, alimentos y kits de emergencia.
El número de víctimas continúa cambiando constantemente, y Sayeq explicó que debido a la destrucción de numerosas aldeas, las labores de rescate se ven obstaculizadas, ya que la maquinaria es la única que puede operar en los pueblos devastados.
A pesar de las quejas de la población por la falta de servicios de primeros auxilios, incluyendo refugio, agua y alimentos, el funcionario afirmó que la prioridad sigue siendo rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros.
Sayeq hizo un llamado a todas las organizaciones humanitarias para que brinden su apoyo a las operaciones de rescate, ya que más de 20 aldeas quedaron completamente destruidas y toda la población necesita ayuda con alimentos, refugio y atención médica.
Este terremoto es el tercero más mortífero en Afganistán desde 1998 y representa la peor tragedia que los talibanes han enfrentado desde su toma de control del país en agosto de 2021. La crisis se agrava por la falta de acceso al sistema financiero y las reservas internacionales.