La cámara baja del parlamento ruso, conocida como la Duma Estatal, votó de manera unánime el miércoles para revocar la ratificación del Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares.
Esta medida, impulsada tras una declaración del presidente ruso Vladimir Putin, busca "equiparar" la postura de Rusia con la de Estados Unidos, que firmó el tratado en 1996 pero nunca lo ratificó.
El tratado, adoptado en 1996, prohíbe todas las explosiones nucleares, en cualquier parte del mundo, aunque nunca ha sido aplicado totalmente. Otros países que no lo han ratificado son China, India, Pakistán, Corea del Norte, Israel, Irán y Egipto.
La propuesta ahora se dirigirá a la cámara alta del parlamento ruso, el Consejo de la Federación, donde se espera que se apruebe la próxima semana, ya que los legisladores en esta cámara han expresado su apoyo a la medida.
Esta decisión ha generado preocupaciones en la comunidad internacional, ya que algunos temen que Rusia pueda reanudar sus pruebas nucleares como un medio de disuasión hacia Occidente, especialmente en el contexto de la crisis en Ucrania.
Sectores belicistas rusos han abogado por esta reanudación, aunque Putin ha afirmado que aún no ha tomado una decisión definitiva al respecto.
Sergei Ryabkov, viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, declaró la semana pasada que el país seguirá respetando la prohibición y solo considerará reanudar las pruebas nucleares si Estados Unidos toma la iniciativa en este sentido.
La revocación de la ratificación de este tratado nuclear plantea un desafío significativo en el ámbito de la no proliferación de armas nucleares y podría tener implicaciones importantes en las relaciones internacionales en los próximos meses.