Estados Unidos anunció ayer el levantamiento temporal de las sanciones al petróleo, gas y oro de Venezuela como recompensa por el acuerdo alcanzado con la oposición, marcando un hito en las relaciones entre ambas naciones. Sin embargo, las condiciones para mantener este alivio son claras: se exige el fin de las inhabilitaciones de políticos y la liberación de los presos políticos.
Este anuncio llega después de meses de negociaciones discretas y el acuerdo alcanzado en Barbados entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana. Estados Unidos había prometido el levantamiento de sanciones si Caracas avanzaba hacia elecciones transparentes en 2024, y ha cumplido con esta promesa, aunque con condiciones.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro emitió una licencia de seis meses que autoriza temporalmente transacciones relacionadas con el sector de petróleo y gas en Venezuela. Esta licencia solo se renovará si Caracas cumple sus compromisos, marcando así un cambio significativo en la economía del país, que había estado bajo un bloqueo petrolero desde abril de 2019.
Además, una segunda licencia autoriza transacciones con Minerven, la minera de oro estatal venezolana, con el objetivo de reducir el comercio ilegal de este metal.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó su satisfacción por estas medidas y destacó que su país regresa con fuerza al mercado petrolero y gasífero de manera progresiva.
En respuesta, Maduro hizo un llamado a Estados Unidos a dejar atrás la visión intervencionista y a construir una relación de cooperación en todo el hemisferio occidental.
Sin embargo, Estados Unidos ha dejado claro que estas medidas son reversibles si Venezuela no cumple con sus compromisos. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, advirtió que el resto de las sanciones impuestas al país siguen vigentes.
La hoja de ruta del acuerdo estipula que las próximas elecciones presidenciales se celebren en el segundo semestre de 2024 con la presencia de observadores internacionales, pero aún queda por resolver el tema de las inhabilitaciones políticas que afectan a algunos candidatos de la oposición.
En otro orden, un avión estadunidense aterrizó ayer en Venezuela con 131 migrantes deportados tras un acuerdo al que llegó el gobierno del presidente estadunidense, Joe Biden, con el mandatario Nicolás Maduro, pese a no reconocerlo formalmente como gobernante.