Este sábado, el primer convoy de ayuda humanitaria ha llegado a la asediada Franja de Gaza a través del paso fronterizo de Rafah desde Egipto. La entrega de ayuda ha sido objeto de intensas disputas diplomáticas en los últimos días.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que este convoy, compuesto por 20 camiones cargados con suministros, está destinado a la Media Luna Roja Palestina. Hamás, el grupo que controla Gaza, confirmó que la ayuda incluye medicamentos y una cantidad limitada de alimentos.
Rafah se ha convertido en la principal vía de entrada y salida de Gaza que no está bajo control de Israel, y es el epicentro de los esfuerzos para proporcionar asistencia a los 2.3 millones de habitantes de la región.
Funcionarios de la ONU han destacado la urgencia de la situación, indicando que se necesitan al menos 100 camiones diarios para cubrir las necesidades apremiantes de la población, y subrayando la importancia de que las entregas de ayuda sean sostenibles y a gran escala. Antes del estallido del conflicto, Gaza recibía un promedio de 450 camiones de ayuda diariamente.
Martin Griffiths, jefe de asuntos humanitarios de la ONU, expresó su preocupación en un comunicado, afirmando que "la situación humanitaria en Gaza, ya de por sí precaria, ha alcanzado niveles catastróficos".
El conflicto en Gaza comenzó cuando Israel impuso un bloqueo total y lanzó ataques aéreos en respuesta a un mortal ataque de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre. Desde entonces, el paso fronterizo de Rafah ha estado inactivo y los bombardeos en Gaza han causado daños en infraestructuras y edificios que requieren reparaciones urgentes.
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La ONU también advirtió sobre la agotamiento de alimentos en Gaza y la disminución peligrosa de los suministros de combustible necesarios para mantener en funcionamiento los generadores de reserva en los hospitales.
Israel ha declarado que no permitirá la entrada de ayuda desde su territorio hasta que Hamás libere a los rehenes que tomó durante su ataque, y que la ayuda solo puede ingresar a través de Egipto con la condición de que no caiga en manos de Hamás.
Mientras tanto, los residentes de Gaza se han visto obligados a refugiarse en las áreas del sur para evitar los ataques aéreos en el norte, aunque señalan que ningún lugar en el territorio es completamente seguro.