El canciller alemán, Olaf Scholz, junto con los 16 gobernadores estatales del país, lograron un consenso este martes sobre medidas más estrictas destinadas a abordar el creciente flujo de migrantes que llegan a Alemania.
Esta cuestión se ha convertido en un enorme problema político para el gobierno, el cual ha generado polémica en la sociedad.
Las nuevas medidas adoptadas incluyen la agilización de los procedimientos de asilo, restricciones en las prestaciones otorgadas a los solicitantes de asilo y un aumento en la asistencia financiera a los estados y comunidades que enfrentan una mayor afluencia de migrantes.
Tras una reunión que se prolongó durante varias horas hasta altas horas de la madrugada, el canciller Scholz, líder de un gobierno de centroizquierda, calificó este acuerdo como "un momento histórico", subrayando la gravedad del problema que el gobierno enfrenta.
Las cifras oficiales muestran un aumento del 73% en las solicitudes de asilo en lo que va del año con respecto al mismo período del año anterior, lo que ha llevado al llenado de los centros de alojamiento de refugiados. Scholz ha enfrentado presiones significativas tanto de la oposición como de otros sectores para abordar esta situación, y ha declarado que "están llegando demasiados migrantes".
Además de la crisis migratoria en curso, Alemania ha recibido más de un millón de refugiados ucranianos desde el inicio de la invasión rusa en ese país, lo que ha añadido una carga adicional al sistema de asilo alemán.
En semanas recientes ha habido gran actividad oficial en el tema migratorio, incluyendo leyes para facilitar deportaciones, penas más severas para contrabandistas, normas para que los solicitantes de asilo puedan trabajar más pronto y revisiones temporales en las fronteras con Polonia, República Checa y Suiza.
Los gobiernos federal y locales acordaron el martes modificar el sistema para financiar los costos de recibir a los solicitantes de asilo. A partir del próximo año, el gobierno federal pagará un monto único anual de 7 mil 500 euros para cada solicitante de asilo en vez de una cifra total anual de unos 3 mil 700 millones de euros.