Volvo Cars, la reconocida marca sueca propiedad mayoritaria de la empresa china Geely, anunció la suspensión temporal de la producción en su planta ubicada en Gante, Bélgica.
La interrupción, que durará tres días a partir de la próxima semana, se debe a los retrasos de componentes causados por la situación de seguridad en el Mar Rojo, según dijo la compañía este viernes.
Un portavoz de Volvo Cars explicó que la demora se debe a la afectación en la entrega de cajas de cambios, un elemento esencial en la fabricación de vehículos.
Este contratiempo se suma a una serie de problemas similares en la industria automotriz, siendo Volvo la segunda compañía después de Tesla en revelar una pausa en la producción debido a los recientes ataques a buques en el Mar Rojo.
Aunque la planta principal en Gotemburgo, Suecia, y los objetivos de producción en general no se verán afectados, la compañía reconoce la importancia de abordar la situación con prontitud para evitar mayores contratiempos en la cadena de suministro.
La crisis en el Mar Rojo, desencadenada por ataques de militantes hutíes respaldados por Irán, ha generado preocupaciones globales al interrumpir una de las rutas marítimas más cruciales del mundo.
Estos actos, realizados en solidaridad con el grupo islamista palestino Hamas en su conflicto con Israel en Gaza, han obligado a los buques portacontenedores a desviar su ruta hacia el sur de África, evitando el Canal de Suez.
Este cambio en la ruta implica un aumento significativo en los tiempos de viaje, sumando aproximadamente 10 días, y conlleva un costo adicional de combustible estimado en alrededor de 1 millón de dólares para cada travesía de Asia a Europa.