Alaska Airlines informó hoy que reiniciará la operación de sus aviones Boeing 737-9 MAX a partir del viernes, después de haberlos mantenido en tierra para someterlos a inspecciones rigurosas.
La aerolínea había tomado esta medida de precaución tras el incidente ocurrido el 5 de enero, cuando un avión de este modelo experimentó la pérdida de parte del fuselaje en pleno vuelo, obligándolo a regresar de emergencia al aeropuerto de Portland. Afortunadamente, no hubo víctimas entre los pasajeros y la tripulación.
En un comunicado, Alaska Airlines aseguró que cada una de sus aeronaves solo volverá a operar después de completar las exhaustivas inspecciones y cumplir con los requisitos establecidos por la Administración Federal de Aviación (FAA). La compañía, que cuenta con 65 Boeing 737-9 MAX en su flota, subrayó su compromiso con la seguridad de sus aeronaves y pasajeros.
La aerolínea reveló que, a solicitud de la FAA, sus técnicos de mantenimiento realizaron inspecciones preliminares en 20 de sus aviones 737-9 MAX hace dos semanas. Los datos recopilados fueron entregados a la FAA para su análisis, y la agencia ordenó inspecciones exhaustivas de las puertas, a las cuales Alaska Airlines asegura estar preparada para dar cumplimiento.
Destacando que la seguridad es su máxima prioridad, la aerolínea señaló que cada inspección puede llevar hasta 12 horas por avión.
“Los primeros 737-9 MAX reanudarán sus vuelos el viernes 26 de enero y cada día se agregarán más aviones a medida que se completen las inspecciones. Esperamos que las inspecciones de todos nuestros se completen la próxima semana”, concluyó su mensaje.