Por segundo día consecutivo, manifestantes y policías antidisturbios se enfrentaron en las inmediaciones del Congreso de Argentina, mientras la cámara baja debatía el "proyecto de ley ómnibus", una propuesta de reforma económica impulsada por el presidente Javier Milei.
La tensión escaló cuando agentes con escudos hicieron retroceder a los manifestantes que se amotinaban en el complejo del Congreso, utilizando chorros de agua para dispersar la protesta. Ciudadanos visiblemente molestos arrojaron objetos hacia los agentes de policía y vehículos blindados, generando un clima de confrontación.
El proyecto de ley, presentado por el presidente Milei para abordar la crisis económica del país sudamericano, enfrenta desafíos significativos debido a la minoría de su coalición en ambas cámaras.
Con Argentina lidiando con altas cargas de deuda, inflación superior al 200% y controles de capital para proteger su moneda, la reforma económica es crucial pero genera resistencia.
Durante el debate en el Congreso, varios diputados de la oposición abandonaron el recinto denunciando la represión policial en las manifestaciones.
Mientras los discursos se sucedían en el pleno, las tensiones persistían en las calles, con fuerzas de seguridad utilizando gases lacrimógenos y balas de goma, según informó el diputado Nicolás del Caño del Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT), quien señaló la existencia de personas heridas.
La líder de la coalición, Myriam Bregman, atribuyó la creciente tensión a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, alegando que está "al mando de la ciudad".
Milei, por su parte, enfrenta el desafío de ganarse aliados para lograr la aprobación de la ley en un contexto de fuertes divisiones y protestas en las calles.