Las autoridades sudafricanas presentaron el martes una "petición urgente" ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para abordar la preocupación por los planes de Israel de llevar a cabo una ofensiva militar en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, lo que podría resultar en una inminente violación de los derechos de los palestinos.
En un comunicado publicado en su página web, la Presidencia sudafricana expresó su grave preocupación y pidió a la CIJ que considere si la decisión de Israel de ampliar sus operaciones militares en Rafah, que sirve como último refugio para los supervivientes en Gaza, requiere la intervención del tribunal para evitar una violación adicional de los derechos palestinos.
La petición, presentada el lunes, subraya la preocupación por la ofensiva militar sin precedentes anunciada por Israel, que se espera cause un aumento significativo en el número de muertos, daños y destrucción en la zona.
Sudáfrica argumenta que esto constituiría una grave e irreparable violación de la Convención del Genocidio y de la orden emitida por la CIJ el 26 de enero.
“Sudáfrica confía en que el asunto sea tratado con la urgencia necesaria, a la luz de la cifra diaria de muertos en Gaza”, declaró la Presidencia sudafricana.
Hasta el momento, las autoridades de Israel no han respondido a la decisión de Sudáfrica, que ya llevó al país ante la CIJ acusando a las autoridades israelíes de actos de genocidio en relación con su ofensiva contra Gaza, desencadenada tras los ataques perpetrados por el grupo terrorista Hamás el 7 de octubre.
En su fallo de enero, la CIJ instó a Israel a adoptar "todas las medidas posibles" para proteger a la población palestina en Gaza de abusos previstos en la Convención sobre el Genocidio. Aunque no especificó un alto el fuego, varios grupos señalan que dicha orden implica la necesidad de detener las ofensivas.
La ofensiva israelí en Gaza comenzó tras los ataques de Hamás, que dejaron 1.200 muertos y 240 heridos. Desde entonces, las autoridades palestinas han informado de más de 28,300 muertos, sumándose a ellos 384 palestinos fallecidos en Cisjordania y Jerusalén Este debido a las acciones de las fuerzas de seguridad y colonos israelíes.