Rusia lanzó un ataque contra infraestructuras eléctricas en varias partes de Ucrania, incluyendo la central hidroeléctrica más grande del país, causando apagones generalizados y al menos cinco muertes, según informaron las autoridades el viernes.
El presidente ucraniano, Volodimir Zlenski, señaló que en el ataque se utilizaron más de 60 drones y aproximadamente 90 cohetes.
Este ataque ocurrió un día después de que Rusia lanzara 31 misiles en un solo operativo contra la capital, Kiev. Las autoridades ucranianas destacaron que este fue el mayor ataque a la infraestructura energética en lo que va del año y uno de los más significativos desde el inicio de la guerra.
“Incluso el invierno pasado, los ataques a nuestro sistema energético no fueron tan grandes como los de esta noche”, dijo el director de la empresa de eléctrica Ukrenergo, Volodymyr Kudrytskyi.
El invierno pasado, Rusia había atacado deliberadamente la infraestructura energética de Ucrania, provocando frecuentes apagones en todo el país.
A pesar de las advertencias sobre posibles ataques este invierno, Rusia optó por realizar masivos ataques con drones y misiles contra la industria de defensa.
Cada ataque a gran escala del Kremlin disminuye la capacidad de Ucrania para defenderse de los misiles rusos. Zelenski ha estado solicitando a sus aliados occidentales más sistemas de defensa antiaérea y munición debido a la demora en la ayuda estadounidense.
“Con los misiles rusos no hay retrasos, como ocurre con los paquetes de ayuda a nuestro Estado. Los Shahed no tienen indecisión, como algunos políticos. Es importante entender el costo de las demoras y las decisiones aplazadas”, dijo Zelenski en referencia a los drones de fabricación iraní que utilizan las fuerzas del Kremlin en la guerra.
Los ataques provocaron un incendio en la planta hidroeléctrica de Dnipro, que suministra a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa.
Según Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica, la conexión principal con la planta fue cortada, aunque más tarde el operador nuclear ucraniano informó que se restableció.
La central está ocupada por tropas rusas, y los combates en sus alrededores son motivo de preocupación debido al riesgo de un accidente nuclear.
Aunque la represa de la planta hidroeléctrica no corre peligro de colapso, un incidente de este tipo interrumpiría el suministro a la central nuclear y podría causar graves inundaciones, similar al colapso de la presa de Kajovka el año pasado.
En el ataque, tres personas murieron y al menos ocho resultaron heridas en la región de Zaporiyia, según el gobernador Ivan Fedorov.
Los apagones también afectaron a mil 060 mineros atrapados en Dnipropetrovsk, según DTEK, una empresa privada que indicó que se estaban realizando labores de evacuación.
“El mundo ve los objetivos de los terroristas rusos de la forma más clara posible: centrales eléctricas y líneas de suministro de energía, una represa hidroeléctrica, edificios residenciales corrientes, incluso un trolebús. Rusia está luchando contra la vida cotidiana de la población”, dijo el presidente, Volodimir Zelenski, en la aplicación de mensajería Telegram el viernes.
Por su parte, las autoridades rusas informaron que una persona murió y al menos tres resultaron heridas por bombardeos ucranianos cerca de la frontera.
Según el gobernador de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, una mujer falleció por el impacto de un proyectil mientras paseaba a sus perros, y otras dos personas resultaron heridas.
Los ataques en Tetkino, en la región de Kursk, dejaron un herido, según su gobernador, Roman Starovoit.
Ambas regiones han sido objeto de bombardeos y ataques con drones en las últimas semanas, y las autoridades indicaron que se repelieron los intentos de incursión de combatientes ucranianos.