El gobierno de Estados Unidos, ha reintroducido sanciones petroleras contra Venezuela este miércoles, amonestando los intentos del presidente Nicolás Maduro de consolidar su gobierno.
Esta medida marca un cambio significativo, ya que hace apenas seis meses, Estados Unidos había reducido las restricciones en un intento por respaldar las esperanzas, ahora desvanecidas, de un proceso de apertura democrática en el país miembro de la OPEP.
En declaraciones a los medios, un alto funcionario estadunidense dijo que cualquier empresa estadunidense con inversiones en Venezuela tendrá 45 días para cerrar sus operaciones y evitar agregar incertidumbre a los mercados energéticos globales. El funcionario habló bajo la condición del anonimato para poder informar al respecto.
Este movimiento ocurre tras la retirada parcial de sanciones por parte de Estados Unidos en octubre pasado, las cuales afectaban a los sectores petrolero, minero y de gas controlados por el Estado venezolano.
Esta retirada se llevó a cabo luego de que el gobierno de Maduro accediera a colaborar con miembros de la oposición para la realización de una elección presidencial libre y competitiva este año.