Gritos, peleas y ruido hasta altas horas de la madrugada han convertido el centro de Cracovia en un destino de turismo descontrolado, lo que llevó a los residentes de esta ciudad polaca a tomar medidas legales contra el ayuntamiento.
Los habitantes, orgullosos de su patrimonio gótico y renacentista, se quejan de la avalancha de turistas que terminan sus fiestas vomitando y causando disturbios, ignorando las normativas sobre ruido nocturno.
Cansados de la situación, los cracovianos decidieron presentar una demanda contra el ayuntamiento para urgirle a resolver el problema.
“El incumplimiento de la ley se convirtió en un símbolo del turismo en Cracovia”, declara a AFP Ryszard Rydiger, el abogado que presentó la demanda, respaldada por decenas de residentes.
Los turistas, provenientes de todo el mundo, se comportan como “Tarzán en la selva, sin que nadie los moleste”, afirma.
Cracovia, con unos 800 mil habitantes, recibió 9.4 millones de turistas en 2023, según cifras oficiales. Pero el problema de la falta de civismo por parte de los visitantes lleva años arrastrándose.
En 2023, la policía intervino seis mil 800 veces en el centro de la ciudad, es decir, más de 20 veces al día, frecuentemente por consumo de alcohol y destrucción de bienes públicos, según el portavoz de la guardia municipal, Marek Aniol.
Aunque las alteraciones del orden público son endémicas en toda la ciudad histórica, los residentes señalan la calle Szewska como el epicentro del problema.
Jan, empleado de un club en Szewska, la describe como el “corazón de las tinieblas”. Uno de sus colegas “terminó en urgencias” tras ser golpeado por varios hombres en un incidente.
La fiebre nocturna causa problemas incluso más allá del centro de la ciudad.
“No se puede pasear tranquilamente por la noche”, explica Weronika, una médica de 25 años. “La vida normal está muy perturbada”, precisa.
El nuevo alcalde de Cracovia, Aleksander Miszalski, anunció esta semana el nombramiento de un responsable municipal encargado de la noche.
Hace un año, la ciudad fue la primera en Polonia en prohibir la venta de alcohol de medianoche a las 5:30 horas, una decisión apoyada por más de la mitad de los habitantes.
Según la policía, después de seis meses de aplicar esta medida, sus intervenciones se redujeron a la mitad y menos personas ebrias acabaron en centros de sobriedad.
Desde hace tres años, Cracovia también utiliza “City Helpers”, voluntarios que proporcionan información a los turistas por la noche y llaman a la policía si es necesario.
El municipio ha lanzado numerosas campañas publicitarias para animar a los visitantes a cumplir las normas y reducir los disturbios públicos.
“Necesitamos turistas pero también una legislación adecuada para mantenerlos sin ruido, ni desorden ni suciedad”, destaca Jan.