El Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró en una entrevista nocturna del domingo que está “dispuesto a un acuerdo parcial” con Hamás para el retorno de algunos rehenes secuestrados en Gaza, aunque reafirmó su compromiso de no cesar el conflicto hasta aniquilar al grupo militante.
“Estamos obligados a continuar luchando tras una pausa para lograr nuestra meta de destruir a Hamás”, explicó el político en su aparición en “Los patriotas” de Channel 14, marcando su primer diálogo en un medio israelí desde el 7 de octubre.
Tras la entrevista, la Oficina del Primer Ministro emitió un comunicado aclarando que “Hamás es quien rechaza el acuerdo, no Israel”, en respuesta a las críticas que acusan a Netanyahu de prolongar el conflicto en vez de facilitar la tregua.
“El primer ministro ha dejado claro que no abandonaremos Gaza hasta el retorno de los 120 rehenes, vivos y muertos”, detalló el documento.
En contraparte, Hamás difundió un comunicado exigiendo que cualquier acuerdo contemple “un alto el fuego permanente y una retirada total de Gaza” como requisito esencial para impedir que Netanyahu eluda sus responsabilidades y mantenga la hostilidad.
La organización islamista también afirmó que las palabras de Netanyahu “confirman su negativa a aceptar la reciente resolución del Consejo de Seguridad y las iniciativas del presidente Biden”.
Dicha resolución, aprobada el 10 de junio, respalda la propuesta de armisticio de Joe Biden, que actualmente es objeto de negociación entre Israel y Hamás con la mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar.
Este plan estadounidense propone inicialmente un cese al fuego temporal que permitiría un intercambio parcial de rehenes (mujeres, ancianos y heridos) por cientos de prisioneros palestinos.
No obstante, Hamás e Israel persisten en su desacuerdo sobre un alto el fuego definitivo: una condición vital para los islamistas y inadmisible para Netanyahu, cuya estrategia de guerra se centra en la destrucción de la infraestructura militar y gubernamental de Hamás.
Netanyahu anticipó en la entrevista que “la fase de máxima intensidad del conflicto terminará muy pronto”.
Del total de 251 personas secuestradas el 7 de octubre, quedan 116 en cautiverio en el enclave, con al menos 40 fallecidos según cifras israelíes -más de 70 según Hamás-; además de otros cuatro rehenes de hace años, dos de ellos muertos.
Desde el inicio del conflicto, Israel y Hamás solo han logrado un acuerdo de tregua de una semana a finales de noviembre, que resultó en la liberación de 105 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos.