El comandante general destituido Juan José Zúñiga fue arrestado tras liderar lo que el presidente Luis Arce consideró un intento de golpe de Estado.
En declaraciones a medios, Zúñiga afirmó que Arce le pidió "preparar algo" para aumentar su popularidad.
“El domingo, en el colegio La Salle, me reunió con el presidente, y el presidente me dijo que la situación es muy jodida, esta semana va a ser muy crítica, entonces es necesario preparar algo para aumentar mi popularidad”, expresó.
Añadió: “Yo le digo, ¿sacamos los blindados jefe?, sacá, y entonces el domingo en la noche ya los blindados comienzan a bajar; seis cascabeles, y seis urutus más 14 zeta del regimiento”.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, presentó ante los medios a Zúñiga y afirmó que su objetivo era “tomar el mando” del país y que el intento de golpe de Estado "no fue un simulacro".
Del Castillo calificó al excomandante como un "delincuente" que buscó "derrocar a una autoridad democráticamente electa". Añadió que Zúñiga apuntaba a convertirse en capitán general de las Fuerzas Armadas.
El ministro también presentó al destituido comandante de la Armada, el vicealmirante Juan Arnez, quien se presume colaboró en la toma militar.
“Estas dos únicas personas no actuaron solas, no fueron dos personas que planificaron y conspiraron para derrocar a un Gobierno democráticamente electo (…) hay otras personas identificadas”, afirmó Del Castillo.
Momentos antes, la Fiscalía General de Bolivia anunció una investigación penal contra Zúñiga y sus acompañantes en los sucesos del miércoles.
“La Fiscalía General del Estado reafirma su compromiso de defensa de la legalidad y los intereses generales de la sociedad en el marco de la preservación de nuestra democracia”, dijo en un comunicado.
Añadió que dispondrá del despliegue de todos los esfuerzos necesarios para obtener elementos de convicción y emitir los requerimientos, órdenes y resoluciones correspondientes para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables.