El huracán Beryl llegó a tierra este lunes como un huracán de categoría 1 cerca de Matagorda, Texas, Estados Unidos.
Este fenómeno meteorológico trae consigo fuertes vientos, una peligrosa marejada ciclónica e inundaciones repentinas, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Beryl, el primer huracán que alcanza la costa estadounidense esta temporada, presentaba vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora (80 millas por hora) al tocar tierra a las 9:00 GMT, detalló el NHC, con sede en Miami.
Se espera que el núcleo de la tormenta se desplace este lunes sobre el este de Texas, luego se moverá a lo largo del valle del Misisipi el martes y sobre el valle de Ohio el miércoles.
El ciclón se encontraba a 65 kilómetros (40 millas) al suroeste de Houston y a 70 kilómetros (45 millas) al norte-noreste de Matagorda, donde tocó tierra esta madrugada.
El primer huracán de la temporada atlántica redujo sus vientos máximos sostenidos a 120 kilómetros por hora (75 millas por hora) al tocar tierra, pero aún se mantiene como huracán, según el boletín más reciente del NHC.
Se espera un debilitamiento gradual a medida que el centro de la tormenta se desplace hacia el interior del país, degradándose a tormenta tropical más tarde hoy y a depresión tropical el martes.
Beryl, el sistema más temprano en la temporada de huracanes de categoría 4 registrado en la historia, se mueve a una velocidad de 19 kilómetros por hora (12 millas por hora) en dirección norte.
Antes de llegar a Estados Unidos, Beryl alcanzó la categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, en el Caribe, donde causó muertes y destrucción, y luego tocó tierra en Tulum, México, la madrugada del viernes.
En la temporada de huracanes en la cuenca atlántica, que comenzó el pasado 1 de junio, se han formado hasta ahora tres tormentas tropicales con nombre: Alberto, Beryl y Chris.
Este año, la temporada de huracanes en el Atlántico será mucho más activa de lo normal, con la posibilidad de hasta 13 huracanes, de los cuales hasta siete podrían ser de categoría mayor, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
El pronóstico indica que este año podrían formarse entre 17 y 25 tormentas, es decir, con vientos máximos sostenidos superiores a los 62 kilómetros por hora (38 millas por hora).