El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anunció que las fuerzas ucranianas han asegurado el control total sobre Sudzha, una ciudad rusa situada en la región de Kursk, marcando un avance significativo en su incursión en territorio ruso.
Sudzha, la ciudad más grande capturada por Ucrania hasta la fecha, contaba con una población de aproximadamente 5,000 habitantes antes del conflicto y alberga una estación clave para la medición del gas natural que transita desde Siberia Occidental hacia Europa a través de Ucrania.
Zelenski informó que se está estableciendo una oficina del comandante militar ucraniano en la ciudad, aunque no proporcionó detalles adicionales sobre las operaciones militares en curso.
La veracidad de estas afirmaciones no ha sido confirmada de manera independiente, y hasta el momento, Rusia no ha emitido comentarios al respecto, aunque su Ministerio de Defensa indicó que sus fuerzas habían repelido otros intentos ucranianos de avanzar en la región.
Imágenes satelitales recientes muestran daños en dos hangares de una base aérea rusa en Borisoglebsk, probablemente causados por drones ucranianos, sin embargo, el impacto sobre el equipamiento militar en la zona aún es incierto.
Paralelamente, el gobierno ruso ha intensificado sus medidas de seguridad, ordenando evacuaciones en áreas cercanas a los combates y declarando el estado de emergencia en la provincia de Belgorod ante el empeoramiento de la situación.
El general Oleksandr Syrskyi, comandante del ejército ucraniano, sostiene que han capturado alrededor de mil kilómetros cuadrados en Kursk, aunque estas cifras no han sido verificadas. La dinámica en la región permite movimientos tácticos constantes, a diferencia de las estancadas líneas de frente en el este de Ucrania.
Desde Naciones Unidas, el embajador adjunto ruso, Dmitry Polyansky, desestimó las afirmaciones ucranianas, describiendo las acciones en Kursk como meras incursiones de grupos de sabotaje, y aseguró que no habrá una redistribución de las fuerzas rusas en el este debido a la incursión, calificando la operación de "imprudente y alocada".