La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado la necesidad de una respuesta internacional coordinada para frenar la propagación de la nueva variante de mpox, antes llamada viruela del mono, tras su reciente detección en Europa.

Este viernes, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó la importancia de que los países colaboren para abordar este desafío, mejorando la vigilancia, compartiendo datos y vacunas, y profundizando en la comprensión de la transmisión del virus.

En una conferencia de prensa en Ginebra, Margaret Harris, portavoz de la OMS, pidió no caer en el pánico ante rumores alarmistas sobre supuestos contagios con solo dar la mano a una persona infectada.

“A menudos tenemos este tipo de ejemplos alarmistas, pero esto se contagia a través de un contacto muy cercano, lo vemos en hogares, de madres a niños, por relaciones sexuales o mediante sábanas o ropa de alguien infectado”, explicó.

Harris precisó que el riesgo de contagio aumenta cuando las ampollas características del mpox están presentes y exudan fluidos.

La situación también ha cobrado relevancia en Asia, donde Pakistán reportó su primer caso confirmado de mpox en un paciente que había regresado recientemente de un país del Golfo. Las autoridades de salud locales han enviado muestras de otros dos posibles casos para su análisis.

La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) hizo un llamado a proporcionar información clara a las comunidades marginadas, que son las más afectadas por esta enfermedad, y a combatir el estigma que impide a muchas personas buscar atención médica a tiempo.

Bronwyn Nichol, especialista en emergencias sanitarias de la FICR, señaló que, aunque la aparición del virus en Europa era previsible, no debe desincentivar a los países con reservas de vacunas de donar dosis a África, donde la enfermedad sigue extendiéndose.

La OMS informó que actualmente hay disponibles medio millón de dosis de una de las dos vacunas desarrolladas contra el mpox, con la capacidad de producir 2.5 millones más en el próximo año.

Japón también ha producido un segundo tipo de vacuna, aunque aún no ha sido comercializada, y se espera que el país colabore con la OMS para compartirla.