Israel ha calificado de "insostenible" la situación en la frontera con Líbano, tras los recientes enfrentamientos con el movimiento Hizbulá. Según funcionarios israelíes, un esperado ataque con misiles por parte de Hizbulá, respaldado por Irán, fue en gran medida frustrado gracias a ataques preventivos realizados por Israel en el sur del Líbano. A pesar de esto, tanto Israel como Líbano parecen estar dispuestos a considerar el incidente del domingo como resuelto, al menos por el momento.
El portavoz del gobierno israelí, David Mencer, declaró que Hizbulá sufrió un "golpe aplastante" durante los ataques israelíes, pero subrayó la necesidad de una solución más duradera para la crisis. Mencer destacó que la situación no puede mantenerse, dado que miles de personas han sido evacuadas de sus hogares en el norte de Israel, una situación similar a la vivida en el sur del Líbano.
La posibilidad de que los niños regresen a clases en septiembre se ha desvanecido, y la asistencia financiera para los evacuados se ha extendido hasta el 31 de diciembre. A pesar de la tensión, existe un leve optimismo de que el reciente intercambio de fuego, que no causó el daño extenso que se temía en Israel, podría impulsar conversaciones para detener los combates en Gaza y facilitar el retorno de rehenes israelíes y extranjeros.