Colt Gray, un adolescente de 14 años, y su padre, Colin Gray, de 54 años, enfrentan cargos graves tras un tiroteo mortal en la Apalachee High School de Winder, Georgia, que dejó cuatro muertos y nueve heridos. El incidente, que tuvo lugar el miércoles pasado, el número 45 registrado en Estados Unidos en 2024.
El joven Gray, quien utilizó un fusil semiautomático AR-15 durante el ataque, fue acusado como adulto y podría recibir cadena perpetua si es declarado culpable, dado que es menor de 18 años y no enfrenta la pena de muerte.
El magistrado Currie Mingledorff, en una audiencia que duró aproximadamente diez minutos, le explicó las graves consecuencias de los cargos, que podrían aumentar a medida que avanza el proceso judicial.
Por otro lado, Colin Gray fue formalmente acusado de 14 cargos, incluyendo homicidio involuntario y crueldad hacia menores, por supuestamente permitir el acceso de su hijo al arma utilizada en el tiroteo.
Durante su comparecencia, donde no solicitó libertad bajo fianza, el padre se mostró visiblemente afectado y podría enfrentar hasta 180 años de cárcel si es encontrado culpable.
Ambos acusados tendrán sus audiencias preliminares el próximo 4 de diciembre. La tragedia cobró la vida de dos estudiantes de 14 años y dos profesores de matemáticas, además de herir a otras nueve personas.
Según reportes, Colt Gray había sido investigado previamente por el FBI por amenazas de tiroteo escolar, situación en la que negó responsabilidades, asegurando que las armas en su hogar estaban fuera de su alcance.