El reciente debate entre Kamala Harris y Donald Trump se centró en algunos de los temas más relevantes para las elecciones presidenciales de noviembre: la economía, el aborto, las políticas migratorias y la política exterior.
Durante 90 minutos, ambos candidatos expusieron sus posiciones, presentando propuestas y acusaciones que reflejan sus respectivas agendas.
Harris, actual vicepresidenta y representante del Partido Demócrata, afirmó que su objetivo es mejorar las condiciones económicas de la clase media y trabajadora, subrayando la necesidad de una “economía de oportunidad” y proponiendo incentivos fiscales, como recortes tributarios para familias y pequeñas empresas.
En contraposición, Trump, candidato del Partido Republicano, defendió la implementación de tarifas arancelarias como medida para reducir la inflación y el desempleo, asegurando que su enfoque económico beneficiaría al país en general.
El tema migratorio también fue ampliamente discutido. Trump reiteró sus críticas a la actual administración, afirmando que la inmigración descontrolada ha aumentado la criminalidad y afectado negativamente a sectores vulnerables. Trump reiteró su retórica: “En Springfield (Ohio) los inmigrantes se están comiendo a los gatos y a los perros, se están comiendo a sus mascotas”.
Sin embargo, Harris rechazó estas acusaciones, señalando que los comentarios de Trump recurren a falsedades y extremismos. A su vez, criticó la falta de una reforma migratoria integral, responsabilizando al expresidente por influir en el Congreso para bloquear propuestas en esa área.
En cuanto al aborto, las posturas de los candidatos fueron claramente opuestas. Trump acusó a Harris de apoyar políticas extremas, mientras que ella enfatizó la importancia de proteger los derechos reproductivos de las mujeres.
En política exterior, se abordaron conflictos como la guerra entre Rusia y Ucrania, así como la relación entre Israel y Palestina, generando intercambio de opiniones sobre el papel que Estados Unidos debe asumir en estos escenarios internacionales.
El debate, moderado por David Muir y Lindsay Davis de ABC, transcurrió en un ambiente más civilizado de lo esperado, con ambos candidatos intentando persuadir al electorado a su favor en lo que promete ser una reñida elección el próximo 5 de noviembre.