El ejército de Corea del Sur ha informado que Corea del Norte llevó a cabo explosiones controladas este martes para destruir varios tramos de carreteras que unen ambos países.
Esta acción ocurre tras la reciente amenaza de Pyongyang de cerrar de manera permanente la frontera ‘de facto’ entre las dos Coreas.
Según el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, las explosiones afectaron a la línea Gyeongui en el oeste y a la línea Donghae en el este, ambas situadas al norte de la Línea de Demarcación Militar.
Estas carreteras conectan la ciudad surcoreana de Paju con Kaesong, en el norte, y otras zonas a lo largo de la costa este de la península coreana. En respuesta, el ejército surcoreano ha reforzado su vigilancia ante un posible incremento de la tensión.
Aunque no se han registrado víctimas entre los militares surcoreanos, las fuerzas de seguridad alertan que Corea del Norte está desplegando equipo pesado en la zona, lo que podría ser parte de un proceso de fortificación defensiva.
Corea del Sur estima que la destrucción de las infraestructuras ha supuesto una pérdida de 176,800 millones de wones, equivalentes a unos 120 millones de euros.
Las tensiones entre las dos naciones han ido en aumento desde que Corea del Norte comenzó a cortar rutas terrestres y ferroviarias, calificando la relación con el sur como "hostil".
En mayo, Pyongyang retiró infraestructuras de la línea Donghae, incluyendo puntos de luz y vallas, y desmanteló una cochera en la línea Gyeongui.
El conflicto se ha intensificado recientemente con acciones como el envío de globos con basura desde el norte hacia Corea del Sur, y la reanudación de las transmisiones de propaganda surcoreana mediante altavoces en la frontera, algo que no sucedía desde hace seis años.
Además, Seúl ha realizado maniobras militares conjuntas con Estados Unidos y ejercicios con fuego real cerca de la frontera.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, convocó una reunión de seguridad tras lo que describió como una "grave provocación" por la supuesta incursión de drones surcoreanos en territorio norcoreano, algo que Seúl ha negado.
La situación en la península coreana sigue siendo inestable, ya que ambos países continúan técnicamente en guerra desde 1953, cuando el conflicto terminó con un armisticio, pero sin la firma de un tratado de paz definitivo.