En un foro con votantes latinos organizado por Univisión, el expresidente estadounidense y candidato presidencial Donald Trump reafirmó su apoyo a la inmigración legal y a fronteras seguras.
Durante su intervención, criticó la política migratoria del presidente Joe Biden, reiterando un argumento que ha utilizado anteriormente:
“Hay países que mandan a sus presos y vacían los manicomios para mandarlos a Estados Unidos”.
Trump destacó que su propia política migratoria fue “un éxito sin precedentes” y sugirió que Biden debió haber continuado con estrategias como la política de “Quédate en México”, que permite que los solicitantes de asilo sean devueltos a ese país mientras se tramitan sus solicitudes.
El candidato republicano afirmó que naciones como Venezuela “abren las prisiones y los manicomios” para enviar a delincuentes y personas con problemas mentales a Estados Unidos. Esta afirmación, considerada una generalización, no está respaldada por datos concretos y estigmatiza a los inmigrantes indocumentados.
“Conmigo (los inmigrantes) venía de manera legal y el sistema funcionaba bien (…) Que vengan de manera legal y que no liberen asesinos, narcotraficantes y terroristas”, aseguró Trump, quien prometió una deportación masiva de inmigrantes indocumentados.
Además, el expresidente reiteró imprecisiones sobre la disminución de la población carcelaria mundial y la supuesta evacuación de cárceles en Venezuela. “Queremos que llegue gente, pero no asesinos”, subrayó.
En su esfuerzo por captar el voto latino, Trump prometió apoyo a pequeñas empresas, atraer inversión y nuevos empleos, y reducir la inflación mediante precios de energía más bajos y una mayor explotación de hidrocarburos.
“Los demócratas no saben de crecimiento (económico). Vamos a atraer empresas y acabar con el abuso y el desperdicio”, afirmó, añadiendo que ahora cuenta con el respaldo de Elon Musk, fundador de SpaceX y Tesla, en su objetivo de contener los gastos del gobierno federal.
Desde las elecciones de 2016, Trump ha logrado disminuir la ventaja de los demócratas en la intención de voto entre los hispanos, un avance que podría ser crucial para su candidatura en estados clave como Arizona, Nevada y Pensilvania, con miras a las elecciones del 5 de noviembre