Un atacante suicida se hizo estallar este sábado en una estación de tren en Baluchistán, al suroeste de Pakistán, causando la muerte de al menos 26 personas, incluidos soldados y empleados ferroviarios, y dejando unos 62 heridos.
El ataque ocurrió cuando casi 100 pasajeros esperaban para abordar un tren con destino a Rawalpindi desde Quetta, la capital de la provincia.
De acuerdo con las autoridades, entre los muertos hay una docena de soldados y seis empleados del ferrocarril. La explosión también causó importantes daños a la infraestructura, con el techo de la plataforma destruido y objetos dispersos por el lugar, como maletas y un puesto de té.
El Ejército de Liberación de Baluchistán (ELB), un grupo separatista que busca la independencia de la provincia, reivindicó el ataque, indicando que el objetivo principal del atacante era el personal militar presente en la estación. Este grupo ha intensificado sus acciones en la región, con ataques dirigidos principalmente a las fuerzas de seguridad y extranjeros.
Las autoridades locales informaron que algunos de los heridos gravemente en el atentado fallecieron posteriormente en hospitales, aumentando el número de víctimas fatales.
🇵🇰#PAKISTÁN | Aataque suicida deja 26 muertos y 62 heridos en una estación de tren en #Quetta. Fue perpetrado por el Ejército de Liberación de Baluchistán, uno de los principales grupos separatistas del país. @TReporta pic.twitter.com/JN9GBcPNxR
— Rochex R. Robinson Bonilla (@RochexRB27) November 9, 2024
El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, condenó el ataque y prometió que los responsables “pagarán un precio muy alto”, reafirmando el compromiso del gobierno de erradicar el terrorismo.
Este atentado ocurre poco después de un ataque similar en el que murieron nueve personas, incluidos cinco niños, en una explosión cerca de un vehículo policial en Baluchistán.
La región, rica en recursos naturales como petróleo y minerales, enfrenta una creciente violencia por parte de grupos separatistas y militantes islámicos.
El ELB ha sido responsable de varios atentados recientes, incluidos ataques contra ciudadanos chinos que trabajan en proyectos de infraestructura vinculados a la iniciativa china de la Ruta de la Seda.
Tras un ataque contra un convoy chino en agosto, el gobierno de Pekín instó a Pakistán a garantizar la seguridad de sus ciudadanos en el país.