El gobierno de China reaccionó a las tensiones arancelarias entre México y Estados Unidos, advirtiendo que "politizar las cuestiones económicas y comerciales no beneficia a ninguna parte". La portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, enfatizó que las relaciones comerciales entre México y China son de "socios en el desarrollo conjunto" y destacó cómo las importaciones de productos chinos han fortalecido el sector manufacturero de México, aumentando su competitividad y beneficiando a su población.
La respuesta de China llegó tras las declaraciones de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, quien criticó las acusaciones del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, de que los productos chinos están ingresando a EE.UU. a través de México. Trump había anunciado la imposición de un impuesto del 25% a los productos provenientes de México y Canadá, además de un 10% adicional a los bienes de China, como parte de sus esfuerzos para frenar el tráfico de fentanilo y la inmigración ilegal.
China destacó que las exportaciones de su país a EE.UU. han disminuido significativamente desde la administración de Trump, cayendo del 19% en 2018 al 15% el año pasado, y advirtió que un aumento de aranceles podría afectar gravemente a sectores como el textil, la siderurgia y la informática. La postura china subraya la importancia de buscar soluciones a través del diálogo y la cooperación, en lugar de medidas unilaterales que agraven las tensiones comerciales y económicas entre las naciones.
Esta disputa llega en un momento de récords para el comercio transfronterizo entre México y EE.UU., que supera los 800 mil millones de dólares anuales. Sin embargo, los aranceles propuestos por Trump podrían poner en riesgo la estabilidad de las relaciones comerciales no solo entre estos tres países, sino también a nivel global.