El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ofreció disculpas este jueves por la "ansiedad y molestias" causadas tras la proclamación de la ley marcial el martes, una medida que fue rápidamente revocada por el Congreso del país.
“La declaración de la ley marcial nació de la desesperación como presidente”, declaró Yoon, según la agencia Yonhap, añadiendo que "nunca habrá una segunda ley marcial".
En su discurso, Yoon asumió su responsabilidad por la polémica medida, asegurando que no eludirá "la responsabilidad legal y política relacionada con la ley marcial".
También dejó en manos de su partido la tarea de "estabilizar la situación política, incluso durante mi mandato".
La ley marcial fue decretada en medio de una confrontación política con la oposición, que acusó al gobierno de vínculos con Corea del Norte. Esta situación derivó en la reversión de la medida por parte de la mayoría en la Asamblea Nacional, que actuó para anularla en pocas horas.
Mientras tanto, la Policía surcoreana abrió una investigación contra el presidente Yoon por posibles cargos de traición relacionados con la ley marcial, tras recibir dos denuncias.
Una de ellas fue presentada por el partido opositor minoritario Rebuilding Korea Party y la otra por un grupo de 59 activistas.
La investigación fue asignada al equipo de Seguridad de la Oficina Nacional de Investigación.