La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, advirtió este miércoles que podría retirar las bases militares de Estados Unidos en su país si el presidente electo, Donald Trump, cumple su amenaza de ordenar deportaciones masivas de hondureños a partir del 20 de enero.
"Frente a una actitud hostil de expulsión masiva" de hondureños "tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un centavo por décadas mantienen bases militares en nuestro territorio", expresó Castro en cadena nacional de radio y televisión.
"En este caso (las bases militares) perderían toda la razón de existir en Honduras", agregó la presidenta.
Las bases militares estadounidenses en Honduras, como la de Palmerola, ubicada en Comayagua, han estado presentes desde los años 80, inicialmente construidas para combatir los movimientos comunistas en la región.
Castro también instó al nuevo gobierno de Trump a adoptar una postura más abierta y constructiva, destacando que los migrantes hondureños "hacen un gran aporte a la economía norteamericana".
En este contexto, la presidenta anunció que, en su calidad de presidenta de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, convocará una reunión de cancilleres en enero junto con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para abordar la problemática migratoria.
Según el vicecanciller hondureño, Tony García, alrededor de 250,000 hondureños están en lista para ser deportados desde Estados Unidos en 2025. García subrayó que Honduras no está preparada para recibir a una cantidad tan grande de personas, situación que también afecta a migrantes de otros países.
Cerca de dos millones de hondureños viven actualmente en Estados Unidos, la mayoría de ellos de forma indocumentada, y sus remesas representan más del 25% del Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras.
En agosto pasado, la presidenta Castro canceló un tratado de extradición con Estados Unidos, alegando que podría ser utilizado para preparar un "golpe de Estado", similar al que derrocó en 2009 a su esposo, el expresidente Manuel Zelaya. Desde 2014, bajo este tratado, Honduras ha extraditado a Estados Unidos a cerca de 50 personas acusadas de narcotráfico.