El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, comentó este jueves sobre las recientes declaraciones del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien amenazó con imponer más sanciones a Rusia si no pone fin a la guerra en Ucrania.
“Le gustan estos métodos. Por lo menos le gustaban durante su primer mandato presidencial”, señaló Peskov en una rueda de prensa telefónica diaria.
Peskov destacó que Moscú no percibe nada nuevo en las palabras de Trump y que el gobierno ruso está atento a "toda la retórica" proveniente de Washington para analizar "todos los detalles".
Además, recordó que durante su primer mandato, Trump fue el presidente de Estados Unidos que más utilizó las sanciones como herramienta de política exterior.
A pesar de la amenaza de sanciones adicionales, Peskov insistió en que el presidente ruso, Vladímir Putin, sigue dispuesto a entablar un diálogo con su homólogo estadounidense bajo condiciones de igualdad.
“Esperamos señales, que aún no han llegado”, indicó el portavoz, y adelantó que Putin mantendrá una conversación telefónica internacional, aunque no será con Trump.
La advertencia de Trump fue emitida a través de su red social Truth Social, donde dijo que si no se alcanza un acuerdo pronto, no tendrá otra opción que imponer altos impuestos, aranceles y sanciones a cualquier producto que Rusia venda a Estados Unidos, así como a otros países involucrados en el conflicto.
Aunque no mencionó específicamente qué países podrían ser sancionados, China, Irán y Corea del Norte, que han respaldado a Rusia, son los más probablemente afectados.
Trump también instó a Putin a "poner fin a esta guerra ridícula" y advirtió que la situación solo empeorará. A pesar de estas amenazas, el comercio entre ambos países se ha visto gravemente reducido desde el inicio de la guerra en Ucrania en 2022.
Según la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), en 2022 el comercio de bienes y servicios entre ambos países alcanzó los 20,200 millones de dólares.
En 2024, las importaciones de productos rusos a Estados Unidos fueron de 2,900 millones de dólares, una drástica caída respecto a los casi 30,000 millones de 2021.
A lo largo de la guerra en Ucrania, Estados Unidos ha impuesto sanciones severas a Rusia, especialmente en los sectores del petróleo y la banca, con el fin de aislar a Moscú del sistema financiero internacional.