La administración de Nicolás Maduro calificó este viernes como un "robo descarado" la confiscación de un avión venezolano que estaba en la República Dominicana, realizado por el gobierno de Estados Unidos.
La incautación se llevó a cabo bajo acusaciones de violaciones a las leyes de control de exportaciones y sanciones impuestas por Estados Unidos.
"Venezuela denuncia ante el mundo el robo descarado de una aeronave propiedad de la nación venezolana, ejecutado por orden del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio", expresó la Cancillería en un comunicado difundido en Telegram.
El gobierno venezolano también criticó fuertemente a Rubio, acusándolo de ser responsable de un "ataque" contra Venezuela.
"Este ataque contra Venezuela demuestra que Rubio no es más que un delincuente disfrazado de político, usando su cargo para saquear y despojar al país de sus bienes".
Además, afirmó que "su odio lo convierte en un delincuente internacional, capaz de violar cualquier norma con tal de dañar a nuestra patria".
En respuesta, Venezuela aseguró que tomará las "acciones necesarias" para denunciar el "robo" y exigir la inmediata devolución del avión. "Marco Rubio pasará a la historia como lo que es: un ladrón y enemigo declarado de nuestro pueblo", afirmó la Cancillería.
El jueves, las autoridades de Estados Unidos incautaron el avión, un Dassault Falcon 2000EX, que se encontraba estacionado en un hangar del aeropuerto de Santo Domingo desde 2024.
La confiscación es la segunda de este tipo en cinco meses. Las autoridades dominicanas entregaron el aparato a Rubio durante su visita al país, en el aeropuerto de La Isabela, en la provincia de Santo Domingo.
A través de X, Rubio afirmó que la aeronave venezolana era utilizada para "evadir las sanciones estadounidenses y el lavado de dinero". Según el Departamento de Justicia estadounidense, el avión estaba vinculado a la empresa estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa), que está bajo sanciones.
La investigación sostiene que el avión fue adquirido por Pdvsa en 2017, en Estados Unidos, y exportado a Venezuela, siendo "revisado y mantenido en múltiples ocasiones utilizando piezas de Estados Unidos", lo que violaría las leyes de control de exportaciones y sanciones de Washington.
En septiembre, Estados Unidos ya había incautado otro avión relacionado con Maduro que se encontraba en República Dominicana por mantenimiento.
En esa ocasión, el avión fue transferido a Florida, tras ser adquirido ilegalmente por 13 millones de dólares a través de una "empresa fantasma" y contrabandeado desde Estados Unidos para su uso por Maduro y sus allegados, según la fiscalía general.