El Papa Francisco permanece hospitalizado en el hospital Gemelli de Roma, en estado "crítico", tras sufrir este sábado una crisis respiratoria que requirió la administración de oxígeno.
Según el último parte médico, el pontífice presenta trombocitopenia asociada a una anemia, que ha obligado a la realización de transfusiones de sangre.
En una nota de prensa, Vatican News destacó que los análisis de sangre más recientes también evidenciaron una plaquetopenia relacionada con la anemia, lo que requirió hemotransfusiones.
"El Santo Padre continúa alerta y ha pasado el día en un sillón, aunque con más dolor que ayer. Por el momento, el diagnóstico es reservado", agregó el comunicado.
El Papa, de 88 años, fue ingresado en el hospital el pasado viernes debido a problemas respiratorios, inicialmente por bronquitis derivada de una infección polimicrobiótica, a lo que se sumó posteriormente una neumonía bilateral. Según los médicos, la neumonía se desarrolló algunos días después de la infección inicial.
El doctor Sergio Alfieri, responsable de Cirugía del hospital Gemelli, indicó este viernes que el Papa continuará hospitalizado al menos durante toda la próxima semana hasta que logre superar la neumonía bilateral y pueda continuar con su tratamiento en su residencia de Santa Marta. El doctor afirmó que "se necesitará tiempo" para su recuperación.
El pontífice sigue en lucha contra esta grave infección, que puede inflamar y dejar cicatrices en los pulmones, dificultando la respiración. A pesar de su condición, algunos informes del Vaticano indican que Francisco ha mostrado signos de mejoría.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, afirmó el viernes que el Papa había descansado bien durante la noche y que fue capaz de desayunar. Además, se confirmó que Francisco está respirando por sí mismo, sin la necesidad de asistencia mecánica.
Aunque la salud del Papa ha mostrado una ligera mejoría, los médicos continúan monitoreando su condición con cautela. En cuanto a sus actividades públicas, el Vaticano confirmó que el próximo domingo solo se difundirá el texto del Ángelus, al igual que la semana pasada, para permitir que el Papa descanse.