La primera fase del alto el fuego en Gaza, que permitió la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, está por concluir, pero Israel y Hamas no logran ponerse de acuerdo sobre los próximos pasos.
Israel busca prolongar esta fase con la liberación de más rehenes y el envío de mayor ayuda humanitaria. Se estima que aún hay 24 israelíes cautivos en Gaza. En contraste, Hamas exige la retirada total de las fuerzas israelíes de las zonas ocupadas y un cese definitivo del conflicto.
Según un portavoz de Hamas, actualmente no hay negociaciones en curso sobre la segunda fase del acuerdo, que originalmente debía comenzar de inmediato y durar seis semanas. El grupo acusa a Israel de incumplir los términos y utilizar la tregua solo para recuperar a sus cautivos sin comprometerse a un alto el fuego permanente.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunirá con su gabinete para discutir la continuidad del acuerdo. Israel ha intentado extender la tregua el mayor tiempo posible con la esperanza de lograr la liberación de más rehenes, aunque sin comprometerse con las condiciones exigidas por Hamas.
Desde el inicio del alto el fuego, 33 rehenes israelíes y 1.737 prisioneros palestinos han sido liberados. También se han devuelto los restos de ocho personas, incluidos los de Shiri Bibas y sus hijos pequeños, un suceso que ha conmovido a la sociedad israelí.
Sin embargo, la tregua ha estado marcada por acusaciones mutuas de incumplimiento. Israel denuncia las ceremonias de entrega de rehenes organizadas por Hamas y la devolución errónea de cuerpos, mientras que Hamas señala retrasos en la entrada de ayuda humanitaria y la falta de libertad de movimiento para los palestinos en el norte de Gaza.
En medio de la incertidumbre, un nuevo plan árabe podría presentarse en una cumbre de la Liga Árabe. La propuesta buscaría establecer un mandato de diez años para la reconstrucción y gobernanza de Gaza como alternativa a la política israelí de desalojo. Sin embargo, la viabilidad del plan dependerá de la voluntad de ambas partes para alcanzar una solución duradera.