Una familia salvadoreña residente en California ha demandado a una funeraria local por negligencia y angustia emocional, después de que enviaran el cuerpo equivocado de su ser querido a El Salvador y, más tarde, entregaran los restos correctos en un estado de descomposición avanzado.
La familia acusa a la funeraria de aprovecharse de las comunidades latinas y de ofrecer servicios de calidad inferior.
Francisco Quintanilla, originario de El Salvador y nacido en 1948, falleció en noviembre pasado. Después de haber huido de la guerra civil en su país, Quintanilla trabajó en la agricultura en Estados Unidos donde logró obtener la residencia permanente y mantener a su familia desde el extranjero.
Tras su muerte, la familia decidió repatriar sus restos para realizar un funeral con ataúd abierto en su ciudad natal.
Sin embargo, al abrir el ataúd en El Salvador, la familia encontró el cuerpo de una persona desconocida. La familia presentó una demanda en el Tribunal Superior del Condado de Sacramento contra La Paz Funeral Services, Inc., acusándola de incumplimiento de contrato, negligencia y angustia emocional.
Según el relato, la funeraria admitió no saber el paradero del cuerpo y les pidió devolverlo al aeropuerto. Dos semanas después, la funeraria localizó los restos de Quintanilla y los envió a El Salvador.
Al recibir los restos de Quintanilla, la familia se horrorizó al ver el estado en que se encontraba el cuerpo: la piel estaba morada, arrugada, filtraba fluidos y un olor insoportable salía del ataúd. En la demanda, la familia afirma que el cuerpo no fue embalsamado correctamente y fue dejado sin refrigeración durante un tiempo considerable, lo que impidió realizar el funeral según lo planeado.
“Lo que sucedió fue impactante y desgarrador. Nuestro recuerdo final de Francisco es uno que desearíamos poder olvidar”, expresó la familia en un comunicado.
Hasta ahora, la funeraria no ha ofrecido declaraciones sobre las acusaciones.