El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el pasado sábado una serie de ataques aéreos en zonas controladas por los hutíes en Yemen, en respuesta a los ataques de este grupo rebelde respaldado por Irán contra la navegación en un corredor marítimo vital.
Los ataques alcanzaron diversas posiciones hutíes, incluyendo bases militares, defensas de misiles y líderes del grupo. El asesor de seguridad nacional de Trump, Michael Waltz, confirmó que la acción logró impactar a "múltiples" líderes rebeldes.
El Ministerio de Salud controlado por los hutíes informó que el número de víctimas ascendió a 31 personas fallecidas, incluyendo mujeres y niños, y más de 100 heridos. Testigos reportaron fuertes explosiones en Saná, la capital yemení, y en la provincia norteña de Saada, así como en las provincias de Hodeida, Bayda y Marib.
El presidente Trump advirtió que estos ataques continuarán hasta que los hutíes cesen sus agresiones en la región. También envió una advertencia directa a Irán, señalando que responsabilizará plenamente al país por el respaldo brindado a los rebeldes.
Estos ataques se producen tras el anuncio de los hutíes sobre la reanudación de agresiones contra buques israelíes en respuesta al bloqueo de Israel sobre Gaza. Desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás a finales de 2023, los hutíes han atacado más de 100 barcos mercantes, causando la muerte de cuatro marineros y hundiendo dos embarcaciones.
El gobierno estadounidense afirmó que esta acción forma parte de una estrategia para proteger la libertad de navegación y los activos navales de su país en la región del Mar Rojo.