Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente de realizar ataques aéreos este miércoles, lo que provocó incendios y daños en infraestructuras clave, apenas unas horas después de que sus líderes acordaran una tregua parcial para proteger instalaciones energéticas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aceptó suspender temporalmente los ataques contra las infraestructuras energéticas de Ucrania, pero rechazó la propuesta de un alto al fuego total de 30 días, solicitada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una llamada telefónica el martes.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había aceptado previamente la tregua de 30 días, pero más tarde respaldó la versión limitada centrada en objetivos energéticos.
Sin embargo, tras los nuevos bombardeos rusos del miércoles, Zelenski instó a la comunidad internacional a evitar que Moscú prolongue el conflicto.
“Putin ha rechazado hoy de forma efectiva la propuesta para un alto al fuego total. Lo adecuado sería que el mundo rechace cualquier intento de Putin de prolongar la guerra”, declaró el mandatario ucraniano.
El jefe de gabinete de Zelenski, Andri Yermak, denunció en Telegram que Rusia atacó infraestructuras civiles. En la región de Sumy, drones rusos dañaron dos hospitales, obligando a evacuar a pacientes y personal, aunque no se reportaron heridos.
En la región de Kiev, un ataque similar dejó a un hombre de 60 años herido y causó daños en varias viviendas, según informó el gobernador Mikola Kalashnik.
Zelenski aseguró que, tras la llamada entre Trump y Putin, Rusia lanzó más de 40 drones contra territorio ucraniano.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ruso reportó la destrucción de 57 drones ucranianos durante la noche, 35 de ellos en la región fronteriza de Kursk, sin especificar cuántos fueron lanzados en total.
En territorio ruso, las autoridades de Krasnodar informaron que un ataque con drones ucranianos provocó un incendio en un depósito de petróleo cerca de la aldea de Kavkazskaya. Aunque el fuego se extendió por 20 metros cuadrados, no hubo heridos, pero 30 empleados fueron evacuados.
El Ministerio de Defensa ruso calificó el ataque como una "provocación" del gobierno de Kiev para sabotear los esfuerzos de paz impulsados por Estados Unidos.
Además, se suspendieron temporalmente vuelos en los aeropuertos de Kazán, Nizhni Nóvgorod y Nizhnekamsk por razones de seguridad.