Grecia firmó este lunes un nuevo acuerdo militar con Francia para adquirir 16 misiles antibuque Exocet, como parte de su programa de modernización de defensa, orientado principalmente a responder a las crecientes tensiones con Turquía.
El ministro de Defensa griego, Nikos Dendias, firmó el acuerdo junto a su homólogo francés, Sébastien Lecornu, quien realizó una visita oficial de un día a Atenas. No se reveló el costo de la adquisición.
Esta compra se suma a una serie de adquisiciones recientes a Francia, que incluyen dos docenas de aviones de combate Rafale y tres fragatas de clase Belharra.
Además, Dendias informó que avanzan las negociaciones para incorporar una cuarta fragata, y que Francia también está proporcionando helicópteros militares NH-90. Ambos países mantienen una cooperación activa en el desarrollo de innovaciones en el sector de defensa.
Pese a ser aliados dentro de la OTAN, Grecia y Turquía mantienen disputas de larga data sobre límites marítimos en el mar Egeo y el Mediterráneo oriental, lo que los ha llevado al borde del conflicto en varias ocasiones durante las últimas décadas.
En una declaración conjunta a la prensa, Dendias afirmó: “Grecia no amenaza, pero es amenazada”. Los ministros no respondieron preguntas tras sus intervenciones.
Después de la reunión, Dendias y Lecornu visitaron la fragata francesa Alsace, atracada en el puerto griego de El Pireo, y Lecornu también se reunió con el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis.
Desde 2021, París y Atenas están vinculados por un acuerdo de cooperación en defensa y seguridad que incluye una cláusula de defensa mutua, mediante la cual ambos países se comprometen a asistirse en caso de ataque.
Atenas planea invertir 25 mil millones de euros (27.000 millones de dólares) en la próxima década para modernizar sus fuerzas armadas con tecnología militar avanzada.
Hablando recientemente en el Parlamento, Dendias detalló que Grecia busca dejar atrás los sistemas tradicionales para adoptar una estrategia de defensa basada en redes tecnológicas, con sistemas de misiles móviles impulsados por inteligencia artificial, drones y unidades de comando modernas, reduciendo así su dependencia de flotas convencionales.
Este proceso de modernización, iniciado tras los recortes de defensa provocados por la crisis financiera de 2010 a 2018, involucra a todas las ramas del Ejército griego y se apoya en la cooperación con aliados clave como Francia, Israel y Estados Unidos.