La aeronave, de la aerolínea UTair, quedó literalmente congelada en una pista del aeropuerto de la ciudad rusa de Igarka, ubicada en el Círculo Polar Ártico, en Siberia, informó el diario The Siberian Times.
Temiendo que el servicio de Utair a la capital de Krasnoyarsk pudiera retrasarse, algunos de los 70 pasajeros recurrieron a su fuerza para liberar el avión Tupolev 134 de 30 toneladas”, explica el reporte.
La mayoría de las personas que empujó el aparato eran trabajadores de yacimientos de petróleo y gas.
Un hombre de verdad puede plantar un árbol, construir una casa y empujar un avión”, grita uno de los individuos a los demás mientras empujan en conjunto las alas del avión.
Gracias al trabajo en equipo, los hombres lograron destrabar los frenos de la aeronave.
Las autoridades aeroportuarias explicaron que el atasco del avión se debió al uso de una grasa incorrecta en las llantas del avión, la cual no resiste temperaturas tan extremas.
Previamente, el tractor del aeropuerto falló en su intento por mover el avión. [Excelsior]