El peso mexicano vive sus horas más bajas. Este miércoles, la moneda nacional se situó con un valor de 15,81 pesos ante el dólar estadounidense, según la estimación del Banco de México, después de que el martes la moneda de EE UU alcanzó un máximo histórico resultado de la tensión alrededor de la crisis de la deuda griega.México y otros países emergentes se encuentran sufriendo el nerviosismo que esta situación provoca entre los inversionistas internacionales. Éstos prefieren refugiarse en monedas más estables como el dólar mientras la situación en Europa toma un rumbo más definido.
Desde que empezó el año la moneda mexicana comenzó a resentir la recuperación de la economía de Estados Unidos y el fortalecimiento de su dólar. En enero, el tipo de cambio superó la barrera de los 15 pesos por dólar y el martes la paridad se acercó a los 16 pesos por dólar. Aunque la depreciación de la moneda mexicana ha sido gradual, ya está afectando el panorama previsto para los próximos meses. Algunos bancos en la Ciudad de México ya vendían este miércoles la moneda estadounidense por encima de los 16 pesos por dólar.
México, además, vive días de incertidumbre ante la inminente subida de tipos por parte de la Reserva Federal (FED), prevista para septiembre. El dinero está volviendo al norte y deja a la economía mexicana con los saldos. “Mientras no se resuelvan estos temas, creo que vamos a seguir viendo esta volatilidad”, señala Carlos Serrano, economista jefe de BBVA Bancomer.
La previsión de crecimiento del país ha sido recortada en los últimos meses y es posible que México consiga entre un 2,5% y 3,5% más en su PIB. La inflación se ha mantenido estable entre el 2,8% y 3%. El sube y baja del tipo de cambio, en estas condiciones, se refleja en:
Los inversionistas prefieren refugiarse en monedas más estables como el dólar mientras la situación en Europa toma un rumbo más definido
Turismo. Un dólar más caro desalienta a los mexicanos a viajar al extranjero, sin embargo, es un incentivo para que los turistas extranjeros encuentren en México una opción asequible para sus vacaciones. La industria turística de México ha crecido significativamente en los últimos años y ha sido la ganadora en esta volatilidad. En 2014, el turismo internacional creció un 4,7%, según la Organización Internacional de Turismo.
Exportaciones. México como país exportador encuentra beneficios en que el tipo de cambio se eleve. La venta de los productos manufacturados en el país adquieren un importante valor en el comercio internacional cuya moneda es el dólar estadounidense. El pujante sector automotriz, por ejemplo, consigue cierta estabilidad a pesar de que el mercado estadounidense no ha mostrado un crecimiento sobresaliente en la demanda de automóviles.
El Peligro de inflación. México importa una buena parte de insumos, lo que produce una cadena que encarece a distintos productos. Sin embargo, Serrano señala que las condiciones actuales y estables de la economía mexicana sirven para evitar que la subida en el tipo de cambio impacte en la inflación. “No esperamos que vaya a subir la inflación. Hay holgura en la economía y en estas condiciones es muy difícil trasladar la fortaleza del dólar a este indicador. Además, hay una amplia credibilidad en el Banco de México porque ha sabido manejar las políticas restrictivas”, comenta.
La evolución del tipo de cambio en los últimos años. / BANCO DE MÉXICO
Deuda de empresas trasnacionales mexicanas. Algunas firmas mexicanas han adquirido deuda en dólares en los últimos años, incentivadas por los bajos intereses y el buen momento de la economía mexicana. Serrano indica que aquellas que operan en la moneda estadounidense no tendrán mayor problema, pero aquellas que necesiten convertir la moneda en sus operaciones —las menos— podrían estar en aprietos.
Ahorros. Los ahorros de los mexicanos en pesos no pierden su valor, asegura Serrano, siempre y cuando la inflación no se vea afectada por el alza del dólar. México está creciendo por debajo de su tasa potencial, estimada en un 3%, por lo que los efectos de la subida del tipo de cambio todavía no generan una cadena que impacte directamente al bolsillo mexicano. “Esperemos que la incertidumbre se disipe antes de que se levante el crecimiento”, apunta el economista. | Fuente: elpaís