La mayor economía de Asia se está desacelerando, la Reserva Federal está a punto de lanzar un ciclo de ajustes de tasas de interés y China apenas ha devaluado su moneda.
Esa cadena de eventos en 1994 finalmente desató una ronda de devaluaciones competitivas que ayudaron a disparar la crisis financiera asiática, con fracasos y recesiones corporativas en la mayor parte de la región.
¿Es la actual turbulencia del mercado un presagio de otra quiebra en toda la región? Es cierto que hay paralelismos, pero importantes diferencias también. Esta vez, las economías asiáticas tienen saldos bancarios más fuertes, posiciones fiscales y reservas de divisas que proporcionan un amortiguamiento más grueso contra la turbulencia.
Los riesgos están latentes, en todo caso el sorpresivo cambio de rumbo de la política del yuan de China envía ondas alrededor del mundo, desde Vietnam a Kazajstán y amenaza las economías vulnerables de mercados emergentes de Brasil a Turquía.
La devaluación del yuan de China se suma a ya una pronunciada desaceleración en la segunda mayor economía del mundo y la más grande de Asia (Japón fue la número 1 en 1994) y a una caída de las materias primas que está afectado países desde Brasil hasta Australia, Malasia y Sudáfrica.
Las empresas chinas ahora amenazan con desplazar las exportaciones de los competidores asiáticos y de mercados emergentes, justo mientras Estados Unidos se prepara para subir las tasas de interés por primera vez desde la crisis financiera global.
“Una desagradable tormenta es probable, no sólo posible” en naciones como Brasil y Sudáfrica, pero no preveo una crisis o muchos momentos de tensión en Asia. La razón principal es que la crisis asiática de 1997 ya limpió el sistema financiero asiático y la capacidad de recuperación del continente debe ser más alta”, dijo Stephen Jen, co fundador del fondo de cobertura SLJ Marco Partners LLP.
YUAN MÁS DÉBIL
El yuan caerá a 6.5 por ciento frente al dólar a finales de este año y 6.9 al término de 2016, con lo que se cierra con una depreciación del 10 por ciento, de acuerdo con el Bank of America Merrill Lynch.
En Asia, Vietnam, Tailandia, Corea del Sur y Malasia son más vulnerables a la devaluación, mientras que en Europa, Hungría y Polonia están en riesgo y Turquía pueden tener la mayor afectación, indicó el economista Shweta Singh.
MAYOR FLEXIBILIDAD
La devaluación del yuan de hace una generación era más un síntoma de otros problemas que enfrentó la región en ese momento y no un detonante de la crisis que siguió, señaló Glenn Maguire, economista para Australia & New Zealand Banking Group. Debido a que las monedas asiáticas ya no están rígidamente vinculadas al dólar, la región ahora tiene ahora una mayor capacidad para adaptarse a las cambiantes circunstancias, precisó.
La perspectiva para la política monetaria de Estados Unidos también es muy diferente. Mientras la Fed aumentó en 1994 las tasas de manera agresiva, una perspectiva de empeoramiento para el crecimiento global y una apreciación del dólar significan que la probabilidad de un incremento en las tasas de interés el próximo mes ha caído por debajo del 50 por ciento, indicó Credit Suisse Group AG.
Los paralelismos con este año incluyen vulnerabilidades en “un montón de países emergentes” incluyendo todo el conjunto de América Latina, Turquía y Sudáfrica, precisó Shane Oliver, jefe de estrategia de inversiones de la administradora de fondos AMP Capital Investors Ltd. en Sidney.