Los líderes mundiales que están “inquietos” por el más que probable candidato presidencial republicano, Donald Trump, tienen buenas razones para sentirse así, dijo el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que acusó al aspirante de ignorancia sobre cuestiones internacionales.
Expresando su opinión sobre la carrera demócrata para sucederle, Obama también restó importancia a las preocupaciones sobre que la larga lucha entre Hillary Clinton y Bernie Sanders en las primarias esté debilitando al partido, y señaló que sus crecientes ataques cruzados son parte inevitable porque las campañas se tornan “gruñonas”.
Obama habló sobre la campaña de primarias presidenciales estadounidense durante una conferencia de prensa en Japón, donde asiste a una cumbre del G-7, y dijo que los líderes mundiales están sorprendidos por el magnate inmobiliario y no saben hasta qué punto tomarse en serio sus palabras.
“Les inquieta, y con buen motivo”, comentó el Presidente. “Porque muchas de las propuestas que ha hecho muestran o bien ignorancia sobre asuntos internacionales o una actitud arrogante, o un interés en obtener tuits y titulares”.
Obama señaló que esa estrategia contrasta con una campaña que aborde desde la reflexión qué hace falta para mantener a Estados Unidos a salvo y próspero, y “mantener al mundo en un rumbo firme”.
En su rueda de prensa, Obama rechazó las peticiones de que Sanders y Clinton se apresuren a resolver las primarias para que los demócratas puedan unirse en el apoyo a un candidato, y alegó que a diferencia de los republicanos, los aspirantes demócratas de este año no son tan diferentes ideológicamente hablando. El presidente comparó la dura campaña en curso con la que él libró con Clinton en 2008.
“Durante las primarias, la gente se vuelve gruñona con los demás. Aparece el partidario de alguien y hay un cierto resentimiento acumulado”, dijo Obama.
Obama instó a los dos aspirantes demócratas a “intentar atenerse a los problemas”, y añadió que el mal humor a menudo deriva de las frustraciones de los votantes cuando la campaña se ve dominada por conversaciones sobre “personalidades y carácter”. | Sin Embargo