Fue alrededor de las 12:00 horas de ayer, en la base del servicio médico municipal del auditorio Teopanzolco donde el cuerpo del paramédico recibió un sencillo homenaje de la corporación para la que laboró y de otras instituciones de emergencias del estado.
Entre el dolor de su padre, esposa e hijos, los ahí presentes reconocieron la trayectoria de Carreño Casablanca, a quien consideraron un buen hombre con una trayectoria incuestionable y cuya pérdida representó la vida de una persona inocente.
Bomberos y paramédicos de Cuernavaca dieron su último adiós a su compañero durante el pase de lista y al escuchar el nombre de Alberto Santos Carreño Casablanca gritaron al unísono “Presente”.
Acto seguido, el ataúd fue subido a “su ambulancia para acompañarlo a su último servicio” y trasladado por sus compañeros de turno al panteón del Tlaltenango, en donde minutos después fue sepultado.
Cabe destacar que mandos de esta corporación dijeron desconocer si el gobierno municipal hará valer las prestaciones laborales a la familia de Santos Carreño por su lamentable deceso, por lo que se espera que en breve se conozca esta situación.