“Es muy difícil estar ya trabajando en esta área, es difícil acudir a algún servicio tanto de mañana, tarde, y peor en la noche, porque ya no sabemos a qué nos vamos a enfrentar”, manifestó un paramédico, que pidió reservar su nombre.
El entrevistado expresó a La Unión de Morelos, el temor que prevalece ante la falta de garantías de seguridad en los llamados de auxilio, donde se han visto impedidos por personas ajenas para atender a personas heridas, especialmente por arma de fuego.
En este tenor reconoció que por las noches, los socorristas acuden a las emergencias portando chalecos antibalas a las colonias más apartadas del Centro, esto como una medida de prevención.
Mientras tanto, un alto mando que pidió el anonimato, informó que la corporación que encabeza no ha recibido amenazas directas, pero es común observar cerca de la base, vehículos sospechosos que siguen a las ambulancias.
Indicó que elementos de las corporaciones policiales se han negado a darles apoyo en los servicios para garantizar la seguridad en la zona, de tal manera que se han visto en riesgo por este tipo de circunstancias.
Esta situación ha provocado que el servicio médico de los municipios y del estado acudan atender los llamados especialmente en zonas consideradas como conflictivas y las corporaciones altruistas se mantengan a la expectativa por órdenes de los directivos.