Fue el 28 de marzo cuando Miguel Ángel Leopoldo Treviño quien también se desempeñaba como agente del Ministerio Público federal, sufrió un ataque al salir de las instalaciones de la Unidad Mixta de Atención al Narcomenudeo (UMAN).
Leopoldo Treviño circulaba a bordo de una camioneta tipo Lobo sobre la avenida San Diego y al llegar a la esquina con calle Galatea de la colonia Delicias fue emboscado y baleado por un grupo de sujetos que huyeron a bordo de un auto Caribe.
Para fortuna del funcionario federal, resultó ileso y minutos después elementos de la entonces Agencia Federal de Investigaciones (AFI) localizaron el vehículo sospechoso en el estacionamiento de un centro comercial de Cuernavaca.
Siendo en ese entonces María del Carmen Archundia Escutia delegada de la PGR en Morelos, se informó mediante un comunicado sobre el inicio de la averiguación previa AP/PGR/MOR/CV/163/XV/2007. El boletín mencionaba: “No obstante de estos acontecimientos tan lamentables la Procuraduría General de la República no dará marcha atrás en contra del narcomenudeo”, refirió a través de un comunicado oficial.