De acuerdo con cifras de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), la escalada inaudita de ajusticiados, al término del año 2010, suma 340 víctimas; 327 hombres, 13 mujeres, entre ellos 317 civiles, 3 funcionarios, 16 policías, un guardia de seguridad privada y 3 custodios, resultando 314 adultos, 11 menores y 25 que permanecen en calidad de desconocidos.
Entre decapitados, descuartizados, mutilados, ejecutados, colgados, desmembrados y quemados, los cadáveres fueron abandonados en diferentes puntos del estado de Morelos, siendo Cuernavaca, Temixco, Jiutepec, Xochitepec y Emiliano Zapata los municipios con mayor índice de violencia con 221 crímenes, mientras que 119 homicidios han ocurrido en la zona Oriente y Sur de esta capital.
De los 12 meses del año, agosto se destacó como el más violento, con 55 crímenes; septiembre, con 54 homicidios; y julio, con 45 asesinatos.
La ola de violencia se desató tras el enfrentamiento entre elementos de la Secretaría de la Marina y sicarios, que pretendían rescatar a Arturo Beltrán Leyva, en el exclusivo fraccionamiento “Altitude” ubicado en la capital morelense, donde “El Barbas” murió el 16 de diciembre de 2009.
Morelos es una pieza importante de la industria del narcotráfico, ya que Cuernavaca, Temixco, Jiutepec, Xochitepec, Emiliano Zapata y Puente de Ixtla están en el camino del trasiego de droga entre Guerrero y el Distrito Federal.
Las ejecuciones en Morelos, y otros estados colindantes, se desencadenaron a raíz de la muerte de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”. Dicha ejecución trajo como consecuencia un reacomodo de líderes entre organizaciones criminales, por el control del narcotráfico en Morelos, Guerrero, Estado de México, Distrito Federal y Puebla.
Entre los cárteles que aparecieron o tuvieron mayor presencia en Morelos a raíz de la caída de Beltrán Leyva, destacan “La Empresa”, “Los Zetas”, el “Cártel del Pacífico Sur” (CPS), “La Resistencia”, “Cártel de Sinaloa” y “La Familia Michoacana”. Durante 11 meses consecutivos presuntos integrantes de dichas organizaciones criminales se dieron a conocer mediante más de 100 narco-mantas colocadas en puentes peatonales, escuelas, instituciones, y encima de los cadáveres localizados en el estado de Morelos.
UN DESTINO MARCADO
Antes de la muerte de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, la violencia acrecentó en Morelos, luego de las detenciones efectuadas, entre las que destacan, la aprehensión en mayo de 2009 de integrantes de la organización criminal de los Beltrán Leyva, quienes se habían infiltrado en la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del Estado de Morelos y la Policía Municipal de Cuernavaca; además proporcionaban seguridad y vigilancia, robaban vehículos y autopartes para el grupo criminal.
Se trata de Salvador Pintado Vázquez, comandante del grupo de Recuperación de Vehículos de la Policía Ministerial de Cuernavaca, presunto integrante de la organización de los hermanos Pineda Villa y líder del grupo denominado "Los Zafiros", quienes trabajan bajo las órdenes de Arturo Beltrán Leyva.
Salvador Pintado, junto Antonio Román Miranda, alias "La Moña", presunto integrante de "Los Pelones", detenido en Toluca el pasado 6 de mayo, junto con 9 personas más; eran los encargados también de organizar los cercos de seguridad en los estados de Morelos y México, para la organización de los Beltrán Leyva.
Jesús Ulises Abúndez Valenzuela, originario de Cuautla e integrante del Grupo de Reacción y Operaciones Tácticas (GROT) de la Policía de Cuernavaca; era presunto operador de la organización criminal de Salvador Pintado Vázquez, en Cuernavaca.
Juan Carlos Rodríguez Peralta, originario de Taxco, Guerrero, Integrante también del GROT; y José Antonio Cereth Reyes, ex ministerial de Cuernavaca, presuntamente era el encargado de vigilar las entradas y salidas hacia la ciudad capital y en ocasiones fungía como sicario y aniquilaba a todo aquel que estuviera en contra de los intereses de la organización al servicio de los Beltrán Leyva, Y Pablo Parra Bruno, de Guerrero, era presunto sicario encargado de asesinar a todo aquel que estuviera en contra de los intereses de la organización al servicio de los Beltrán Leyva.
En el mes de septiembre del 2009, los hermanos Mario y Alberto, de apellidos Pineda Villa, alias “El MP” y “El Borrado”, respectivamente, fueron encontrados sin vida y con visibles huellas de tortura, además de diversas heridas producidas por arma de fuego.
Tres meses después, en diciembre, las autoridades de la milicia seguían los pasos de Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, quien regresó a Morelos, tras un enfrentamiento en Puebla, pero logró huir en helicóptero. Ese mismo mes, 8 personas resultaron heridas y 11 fueron arrestadas durante un enfrentamiento entre marinos y sicarios en una residencia del poblado de Ahuatepec, en donde se había celebrado una fiesta con “El Barbas”, por lo que reforzaron los operativos en los estados de Morelos, Puebla y México.
En enero del 2010, se llevó a cabo la detención de menor de edad en una casa de seguridad ubicada en la colonia Palmira de Cuernavaca, quien es acusado de pertenecer al grupo “Los Zafiros”, célula en Morelos de los Beltrán Leyva.
Posteriormente, los elementos del Ejército Mexicano capturaron a 10 presuntos integrantes de la banda de “Los Pelones”, sicarios de la célula de los hermanos Beltrán Leyva, liderada por Édgar Valdez. Ese mismo mes, detuvieron a presuntos escoltas de Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”.
Dos meses después, en la comunidad de San Gabriel Las Palmas, en el municipio de Amacuzac, detuvieron a 15 presuntos miembros de la organización criminal de “La Barbie”, entre ellos a un menor de 17 años de edad, quien purga una condena de cinco años por delitos federales.
Después fue detenido Gonzalo Mena Pardiño, alias “El Cabezas”, de 37 años; operador inicialmente de Arturo Beltrán Leyva y posteriormente de “La Barbie” .
De esta manera se logró la detención de Irving Eduardo Solano Vera, alias “El Gato”, el ex policía ministerial de Morelos, fue capturado y acusado de pertenecer a la ramificación criminal liderada por “La Barbie”.
De ahí derivó el arresto de Gamaliel Aguirre Tavira, alias “El Güero Huetamo”, presunto jefe del cártel de “La Barbie”, fue detenido por elementos de la Secretaría de Marina en Acapulco, Guerrero, con tres de sus cómplices más.
Tras las detenciones efectuadas, el pasado 30 de agosto las autoridades capturaron en límites de México y Morelos a Edgar Valdez Villareal alias “La Barbie”, sicario y protegido de Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, pero antes trabajaba como sicario y cobrador de cuentas de Joaquín Guzmán, alias “El Chapo Guzmán”.
En el mes de septiembre cayeron en manos de la justicia cuatro presuntos aperadores de Edgar Valdez Villareal alias “La Barbie”, entre los que destaca la de los hermanos Mauro alias “El Coyote” y Jorge Alberto, de apellidos González Escorcia, posteriormente, la captura de Juan Torres Salazar, “El Banda”; Víctor Manuel Román Valladares, “El Manolo”, presuntos encargados de la región sur del estado de Morelos, que comprende los municipios de Miacatlán, Alpuyeca, Pilcaya, Puente de Ixtla, Amacuzac, Tequesquitengo, Xoxocotla, Tetecala, Temixco y Coatlán del Río.
Tras las declaraciones de los cuatro presuntos operadores de Edgar Valdez Villareal, las fuerzas castrenses y federales lograron ubicar tres narco-fosas, dos en Puente de Ixtla y una Tlaltizapán, donde fueron encontrados 13 cadáveres, de los cuales tres han sido identificados como oriundos de Guerrero.
Trece días después, el pasado septiembre, en la ciudad de Puebla fue detenido Sergio Enrique Villarreal Barragán, alias "El Grande", segundo al mando en la organización de los hermanos Beltrán Leyva. Enrique Villarreal dio inicio al Cartel del Pacífico Sur, que por más 10 meses sembró pavor entre los morelenses por las interminables ejecuciones.
Fue de esta manera que la milicia logró la detención de un niño de 14 años de edad, alias “El Ponchis”, quien trabajó bajo las órdenes de Jesús Radilla Hernández y/o Julio Jesús Padilla Hernández, jefe de sicarios del CPS en Morelos, líder del Cartel del Pacifico Sur, a quien se le atribuyen más de 250 ejecuciones.
Antes de que las autoridades del Ejército Mexicano detuvieran al conocido “niño sicario”, lograron la aprehensión de 20 integrantes del Cártel del Pacífico Sur, entre ellos dos mujeres conocidas como “Las Chabelas”, lo anterior se logró entre los meses de octubre y noviembre. Durante la declaración de un integrante del (CPS) que se identificó como “El Chris” y que aparece en un video de la red, narró que “nos pagan 3 mil dólares por cabeza, y cuando no encontrábamos a los contras matábamos a taxistas y albañiles, a quienes hacíamos pasar como ‘mañosos’ para que nos pagaran”.