Los policías municipales se dirigieron al lugar y al llegar observaron a un costado de la carretera federal México-Cuernavaca, a un hombre muerto tirado boca arriba.
La víctima era de complexión robusta, tez blanca, cabello corto y vestía pantalón de mezclilla color gris con sudadera negra.
Este individuo había fallecido por dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en la pierna.
A unos 10 metros del cadáver estaban dos camionetas tipo Honda CV-R, una de color blanco con placas de circulación TUF-4712 del estado de Puebla y la otra de color gris con placas LTH-4300 del Estado de México, ambas con reporte de robo y con impactos de arma de fuego.
Los uniformados ingresaron a la colonia Kilómetro 47 para investigar si había más personas sin vida.
Al comenzar a recorrer la colonia, los agentes miraron en una vivienda a dos individuos muertos, uno en el interior y otro en el exterior.
Derivado de lo sucedido los policías solicitaron el apoyo de los ministeriales y del personal del Servicio Médico Forense (Semefo) para realizar el levantamiento de los cadáveres, los casquillos y los vehículos
El personal de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) al llegar acordonó la escena del crimen para realizar las investigaciones.
Los agentes de servicios periciales al revisar minuciosamente las camionetas color gris hallaron en el asiento trasero un arma de fuego marca Taurus PT940, cromada calibre .40 milímetros, con un cargador abastecido con 7 cartuchos y uno en la recámara, así como un radio Nextel color negro.
Al dirigirse a la colonia se dieron cuenta que en dos domicilios se habían registrado los hechos. Una de las casas estaba abierta y en la sala sobre un sillón encontraron 4 cartuchos útiles, en una de las habitaciones había un rifle hechizo color café y en otro de los cuartos se encontraron cinco cartuchos útiles y dos percutidos calibre 9 milímetros, además de huellas de sangre.
A 30 metros de distancia se encontró otro domicilio con las puertas abiertas, lugar en donde yacía sin vida el segundo cadáver y metros adentro de la vivienda se halló el tercer cuerpo sin vida, ambos por impactos de bala en tórax y cabeza
En uno de los cuartos y sobre la cama se localizó un revólver tipo Magnum calibre .357, abastecido con cuatro cartuchos útiles y dos percutidos, además de que en el suelo había seis cartuchos calibre .16.
Cabe destacar que en la escena del crimen se encontraron múltiples cartuchos percutidos y útiles calibre .357 magnum, .40 milímetros, 7.62 y de escopeta calibre .16.
El cadáver que estaba en la entrada del domicilio vestía playera y chamarra de cuero color negro, pantalón de mezclilla azul y tenis blancos con rojo; y el tercer cuerpo traía puesto una playera gris, pantalón de mezclilla azul y tenis color blanco con suela roja.
Las autoridades municipales informaron que las personas que fallecieron no eran habitantes de Huitzilac.
Al parecer los hombres que perdieron la vida quisieron “levantar” a sujetos de la colonia Kilómetro 47, pero las víctimas respondieron la agresión originándose una balacera.
Extraoficialmente se sabe que uno de los occisos de llamaba Oscar Marcial Moyao Flores, quien contaba con antecedentes penales por el delito de robo calificado.
Por la noche, otro de los finados fue identificado, a través de sus huellas dactilares, como Josué de la Luz Taboada Villanueva.
Presuntamente Taboada Villanueva contaba con tres registros, uno ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), por lo que podría ser ex militar; otro más en la procuraduría de Chihuahua y el último en el centro de readaptación social de Chihuahua. Hasta el momento ninguno de sus familiares se ha presentado a reclamar el cuerpo.
El caso quedó asentado en la carpeta de investigación SCO1/11470/2010.