Los reportes policiales refieren que se trata de Antonio Rabadán Avilés de 51 años de edad, de ocupación herrero y vecino de la calle prolongación Cinco de Mayo de la colonia Tlahuapan, municipio de Jiutepec.
Fue su esposa de nombre Nicolasa Gorostieta Orduño de 45 años de edad, quien dijo que el occiso, de ocupación herrero, salió el 11 de diciembre de su casa con destino a Buenavista de Cuéllar, para tramitar las placas de una camioneta Datsun color gris, placas PVV-8329 del estado de Morelos; y después iría a Pachivia, Guerrero, a visitar a unos familiares.
El occiso salió a bordo de un vehículo de la marca Nissan. Debido a que no regresó, en el tiempo previsto llamó a su cuñada Heroína Rabadán Avilés y ésta le comentó que no fue a verla, por lo que empezó a buscarlo por diferentes lugares sin encontrarlo.
El pasado lunes, le llamaron por teléfono a Nicolasa para avisarle que habían localizado el vehículo y que era necesario que se trasladara a esta ciudad y al estar en el Semefo se dio cuenta que se trataba de su esposo, por lo que reclamó el cadáver para ser trasladado a su lugar de origen.
Las autoridades fueron notificadas que en el kilómetro 13 de la carretera Iguala-Teloloapan, a la altura de Ahuehuepan, Guerrero, estaba el cadáver de un individuo. Al presentarse el agente del Ministerio Público con peritos de la Procuraduría, se dieron cuenta que en una barranca de unos 100 metros de profundidad, se encontraban dos vehículos y en el interior el cuerpo del desaparecido.
Fue el 5 de enero, cuando la policía local encontró el cuerpo del vecino de Jiutepec.