Es muy interesante la posición que da Ahmed Zewail que fue Premio Nobel de Química en 1999. El considera que hay cuatro medidas que son importantes en este momento. La primera es reunir un consejo tanto de hombres como de mujeres, que él llama de sabios, que redacten una nueva constitución basada en los derechos humanos, la libertad y buscar el traspaso pacífico del poder. La segunda es garantizar la independencia del Poder Judicial. La tercera es celebrar elecciones limpias y justas en las dos cámaras del Parlamento y la Presidencia con una supervisión del Poder Judicial. Cuarta, formar un nuevo gobierno de transición de unidad nacional inmediatamente para que las nuevas elecciones sean presididas por este gobierno.
Esto es lo más plausible para buscar una salida negociada con una visión de futuro y un proyecto constitucional que le de estabilidad a esta Nación. Idealmente es lo más realista, pero lo malo es que también hay intereses creados y después de 30 años de mandato un presidente que se aferra al poder, Hosni Mubarak y un ejército que quiera seguir siendo el fiel de la balanza. Esto se vio la noche del 2 de febrero cuando los manifestantes por el cambio fueron confrontados por las huestes del gobierno. Lo que llama la atención es el hecho de que el ejército no tomo partido, sino solamente fue su presencia la que manifestó en cierta forma su imparcialidad.
Esto trae una consecuencia geopolítica importante. Ya hemos visto como en las grandes potencias se toman distintas posiciones. En un principio ninguna de estas potencias criticaba el liderazgo de Hosni Mubarak y menos aún usaba la palabra dictador para referirse a él. Pero ahora se empieza a ver que las potencias occidentales tienen una nueva visión del problema egipcio y una de las cosas que temen es que la desestabilización del Medio Oriente se generalice y grandes aliados de Occidente como es la dinastía de Arabia Saudita tenga también problemas políticos, ya que es una especie de garantía para Occidente.
La opinión de Ahmed Zewail puede tener repercusión en todo el Medio Oriente, porque no es solo este país el que esta sumido en estas prolongadas presidencias o dictaduras y su pueblo vivía en un estancamiento en lo político y lo social, sino que es el caso de toda la región. Esto tiene una trascendencia mucho más importante que una sola manifestación de descontento en un país en este momento.¿Cuáles son las preocupaciones de los gobiernos de Occidente? Naturalmente que el petróleo, el Canal de Suez y el Islamismo radical. Es por eso que las potencias tradicionalmente han tenido posiciones intervencionistas y han sostenido a gobiernos que les garanticen sus prioridades. Lo que para es que la realidad en el Medio Oriente está rebasando los límites que las potencias les han impuesto.
El efecto de demostración ha hecho que en otros países se precipiten situaciones similares, porque los problemas sociales y políticos son los mismos. Ante el inmovilismo, la reacción ha sido la misma, cuestionar sus estructuras sociales. La presión demográfica, una juventud menos dócil y preocupada por un futuro, están haciendo estallar el statu quo. Las comunicaciones les han permitido asomarse a otras sociedades y no están conformes con la suya.